A horas de la asunción de Alberto Fernández al frente del ejecutivo nacional las expectativas del agro y los sectores afines están muy vapuleadas. El sector ya descuenta un incremento de las retenciones a las exportaciones agrícolas que, de confirmarse los valores que se manejan, se traducirá en un golpe letal para la facturación, productividad y rentabilidad de uno de los sectores clave de Córdoba. En el horizonte de las entidades y agrupaciones vinculadas al agro hacen las cuentas. Hay coincidencia en que el incremento en los valores de las retenciones a los productos agrícolas será una de las primeras medidas tributarias a comunicar, y que esa suba sería fuerte: del 35% para la soja (hoy tributa 18% + 4 pesos por dólar), del 20% para el trigo y del 15% para el maíz.
Para dimensionar en cuántos millones se traduce esa suba para Córdoba los economistas Juan Manuel Garzón -Ieral de la Fundación Mediterránea- y Gonzalo Agusto -Bolsa de Cereales de Córdoba- hicieron sus proyecciones, ante la consulta de este medio. Desde el Ieral, Garzón estimó que, repitiendo las condiciones actuales de los principales cultivos, manteniendo los mismos precios y con una cosecha similar a la actual, el costo extra para Córdoba sería de cerca de US$ 550 millones. El economista destacó que Córdoba genera cerca del 25% del total de la producción agrícola del país y que, según estimaciones propias, este año el campo aportaría al fisco nacional casi US$ 1.500 millones en concepto de retenciones. De ser así, bajo las nuevas condiciones impositivas, se irían de Córdoba US$ 2.000 millones el año que viene.
Por su parte, Agusto estimó que, si los derechos de exportación se elevan a los valores que trascendieron, Córdoba aportaría en términos de retenciones cerca de US$ 570 millones extra a los que aportó este año. Además, proyectó que los ingresos de los productores de Córdoba caerían en US$ 680 millones y que, a nivel nacional, la recaudación por derechos de exportación aumentaría cerca de US$ 1.400 millones. Así, el campo pasaría de aportar más de US$ 6.000 millones. Desde la Bolsa aclararon que en el cálculo hay que contemplar que, al haberse adelantado la compra por parte de los exportadores e industriales, ya hay parte de los derechos de exportación que se fijaron ahora y que lo que queda será gravado por el nuevo esquema.
Cabe recordar que la semana pasada, la propia Bolsa de Cereales también había estimado que el aumento de las retenciones pegará de lleno en los márgenes de rentabilidad del sector, dejando a algunos cultivos al borde del rojo. Por caso, la soja hoy mantiene una rentabilidad del 13%, un valor que caería al 1,7% si se concreta el aumento de las retenciones al 35% para ese cultivo.
Tercer acto. Para entender por qué es esperable una suba de retenciones como la que se baraja, Garzón explica que el próximo Gobierno enfrentará muchas restricciones económicas y financieras para desplegar políticas. Una de ellas, muy relevante, es que el Estado argentino se encuentra con déficit y sin crédito. “Primer acto, se exacerba el gasto público, los impuestos suben hasta más no poder, los recursos tributarios se hacen insuficientes, hay déficit fiscal y por lo tanto necesidad de cerrar la brecha con endeudamiento; segundo acto, el déficit fiscal se hace crónico, los acreedores empiezan a desconfiar respecto del recupero de los fondos que han prestado y deciden dejar de financiar; tercer acto, no hay recursos para cerrar el déficit fiscal ni para devolver el exceso de gasto de los años previos, se declara la cesación de pagos, el reperfilamiento, el default, o el eufemismo que se quiera utilizar. Hoy estamos en el tercer acto”, explica el referente de la Fundación Mediterránea.
Y, en esa línea, repite que el gran interrogante para el gobierno electo es cómo financiar una expansión con cuentas deficitarias y sin crédito. “¿Será con emisión monetaria? ¿Con más impuestos? Probablemente se utilicen ambos instrumentos. En distintas intervenciones, el presidente electo ha expresado que “el campo, el petróleo, los bancos, deberán hacer un esfuerzo mayor”. Cae de maduro que los derechos de exportación se incrementarán y que el aumento, dado los antecedentes, podría no ser menor”, argumenta. Con todo, cabe remarcar que esos US$ 550 millones o US$ 570 millones de retenciones extra son una estimación con el escenario actual como punto de partida. El número final y real no se puede conocer porque se deberán contemplar los valores de los cultivos y cómo se terminan perfilando las decisiones de producción de los empresarios del agro.
“Lamentablemente, el derecho de exportación es probablemente el impuesto nacional que más penaliza a la economía de la provincia. Córdoba es un actor clave en la generación y en la exportación de los productos que son más gravados por el impuesto (granos y principales derivados industriales). Y si uno de los motores claves de la economía de la provincia, la agroindustria, sufre una mayor extracción de recursos desde el poder central, la recuperación y salida de la crisis será más lenta para los cordobeses”, plantea el economista del Ieral.
QUE SON US$ 550 MILLONES
◆ El 10% del presupuesto de la Provincia para 2020 ($334 mil millones). ◆ El 65% del presupuesto que tuvieron los gasoductos troncales (US$ 890 millones). ◆ Más que el costo total del cierre del anillo de Circunvalación (US$533 millones). ◆ Casi la cuarta parte de las autopistas que necesita Córdoba (se estima que la provincia tiene un déficit de 1.000 km, a un costo por km de US$ 2 millones).