La campaña de donación “Más toallitas menos faltas” de Always Argentina - que se desarrollará hasta abril— pone en escena un tema aún tabú y que fue hasta motivo de burlas: la pobreza menstrual.
En este caso, la compañía colaborará con escuelas rurales del país para garantizar que las niñas no falten a clases durante su periodo a causa de no contar con los elementos de protección menstrual necesaria.
Always desarrolló un estudio en el cual develaron que una de cada cinco niñas argentinas faltan a clase durante su periodo debido a que no cuentan con los recursos económicos necesarios para acceder a toallitas u otros productos similares. Un dato desalentador y preocupante.
En concreto, entre el 1 de marzo y el 30 de abril, por cada paquete de la marca que se compre, donarán una toallita. Estiman que llegarán a proveer más de un millón en todo el país.
Las niñas vulnerables, de acuerdo al relevamiento que hizo la marca de P&G Argentina, pueden perder hasta 50 días de escolaridad al año por esta problemática.
Con el apoyo de la Fundación Ruta 40 y Fundación Andreani, esta iniciativa privada pone en evidencia un problema del cual otros países del mundo ya se han ocupado, como Escocia, la primera nación del mundo en ofrecer gratis este tipo de productos sanitarios.
En ese marco, en Argentina existen algunas iniciativas que buscan que el estado se haga cargo de la problemática. En concreto, algunos distritos ya las distribuyen de manera gratuita, con proyectos de gestión menstrual. También hay varios proyectos de ley que se proponen, por ejemplo, la creación de un Programa Nacional de Accesibilidad Gratuita a Productos de Gestión Menstrual Reutilizables. En ese contexto, la campaña de Economía Femini(s)ta llamada #Menstruacción ha sido clave para poner el tema en agenda. (ver recuadro).
Al respecto, PERFIL CÓRDOBA dialogó con Leandro Donoso, director de Always Argentina, quien se refirió a la pobreza menstrual como la falta de los productos de protección.
“Sin embargo —agrega Donoso— hay diversos factores que son necesarios para la correcta implementación de dicha protección, es por esto que el término “pobreza menstrual” no solo hace referencia al acceso a toallitas, tampones y copas menstruales, sino que también implica la falta de acceso a agua potable, instalaciones sanitarias en condiciones y, por sobre todas las cosas, el acercamiento a una correcta educación menstrual desde la temprana edad”.
En ese contexto de carencias, el director de Always Argentina apunta datos de ONU que indican que más de mil millones de mujeres en el mundo no tienen acceso a un inodoro privado y seguro en términos sanitarios, mientras que 526 millones de ellas directamente no tiene acceso a uno:“ Es decir, todas estas mujeres viven en la pobreza menstrual y son incapaces de gestionar sus periodos de forma segura, recurriendo incluso muchas veces a medias, bolsas de plástico, papel higiénico y diarios para reemplazar los productos femeninos tradicionales”, analiza el ejecutivo.
Sobre la situación en Argentina y los datos que manejan, Donoso reflexiona: “Esta triste realidad no solo impacta en el presente de nuestras niñas, sino que las deja en una situación de desventaja frente a sus pares varones, ya que, a raíz de los resultados arrojados por este estudio, se estima que a lo largo de su escolaridad básica el 20% de las mujeres del país perderá 300 días de clase”.
—¿Están trabajando con alguna referente legislativa para incidir en la salida de una ley como la que se sancionó en Escocia?
—Está más que demostrado que la falta de acceso a productos de gestión menstrual afecta a las niñas y mujeres en diversos ámbitos de su vida, como la educación y el trabajo, por lo que claramente consideramos que es importante que como sociedad podamos garantizar a todas las mujeres el acceso a los productos necesarios. Leyes como las de Escocia son muy nuevas en el mundo, pero definitivamente están sentando un precedente único que permitirá que este tipo de legislaciones continúen expandiéndose internacionalmente.
Confiamos en que estos programas de protección llegarán pronto a nuestro país, por lo que desde Always siempre estamos dispuestos a colaborar como marca brindando todo el asesoramiento necesario a quienes tengan la tarea de adaptar este tipo de iniciativas a nuestro contexto local, y esperamos poder hacerlo en breve.
—¿Qué percepción tienen respecto al tabú existente cuando se habla de la menstruación y los cuidados asociados? ¿Creen que ha cambiado en los últimos tiempos?
—En Always estamos convencidos de que los desafíos de la biología femenina no definen a las mujeres, por lo que uno de nuestros principales compromisos como marca es colaborar para que más niñas y adolescentes se sientan cómodas con su cuerpo y su naturaleza femenina, a fin de poder desarrollar la confianza necesaria para superarse en todos los ámbitos de su vida.
Es innegable que nuestro país ha avanzado muchísimo en cuestiones de género y que la menstruación no representa el mismo tabú que hace unos años. Sin embargo, para que esto se sostenga en el tiempo es importante trabajar con las generaciones más jóvenes para que puedan incorporar la charla sobre su periodo con naturalidad desde pequeñas.
Como marca de protección femenina creemos que es muy importante transmitir a las más chicas el mensaje de que lo que pasa con sus cuerpos es natural y no significa jamás una desventaja para ellas, por lo que desde el año pasado hemos comenzado a trabajar periódicamente junto a un equipo de influencers integrado por jóvenes cantantes, deportistas, cocineras, y actrices para instalar conversaciones sobre el periodo de forma natural en las redes sociales, y naturalizar los procesos que las mujeres atraviesan.
Otra iniciativa: #MenstruAcción
Desde hace cuatro años, el colectivo Economía Femini(s)ta trabaja en una campaña llamada #MenstruAcción.
“El objetivo de visibilizar que la menstruación es un factor de desigualdad que se suma a la brecha salarial, la redistribución asimétrica del trabajo doméstico y otras tantas disparidades económicas que tratamos habitualmente en nuestras publicaciones”, explican.
La propuesta, que esperan se convierta en ley, propone varias soluciones que faciliten el acceso a los productos de cuidado:
- Eliminación del IVA de los productos de gestión menstrual
- Provisión gratuita de productos de gestión menstrual en escuelas, universidades, comedores, cárceles, espacios comunitarios y refugios para personas en situación de calle
- Investigación y acceso a la información para promover políticas públicas que tomen dimensión de los aspectos educativos, de salud, económicos y ambientales derivados del uso de los productos de gestión menstrual
“El costo estimado de gestionar la menstruación en 2019 mediante la compra de toallitas es de $1900 pesos argentinos, mientras que si se utilizan tampones asciende a $2200. El pago del 21% de Impuesto al Valor Agregado (IVA) en productos de gestión menstrual constituye un impuesto regresivo y desigual: no solo tiene un mayor impacto negativo sobre personas de bajos recursos, sino también sobre un sector particular de la población”, agregan.
Más información sobre la campaña en economiafeminita.com/menstruaccion