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DÓLARES EN FUGA

Pronostican la mayor caída de las exportaciones en los últimos 30 años

Es por la fuerte retracción de los envíos al exterior de la producción agrícola, fuertemente vapuleada por la sequía. Una estimación moderada prevé caída de divisas por más de US$15 mil millones. Para analistas, es clave ordenar la macro para poder avanzar a una liberación del tipo de cambio que fomente las exportaciones. Y dejar de castigar a sectores que pueden generar millones en divisas, para lograr un respaldo anticíclico cuando el clima afecta el potencial exportador del agro.

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CAIDA HISTORICA. En dólares, la caída de las exportaciones puede ser inédita este año. | Cedoc

A pocas horas de que finalice el mes de marzo llegó la confirmación de que el FMI aprobó una nueva revisión de metas del acuerdo que firmó con nuestro país. La revisión ponía el foco en el desempeño del cuarto cuatrimestre de 2022 y abrió las puertas para un nuevo desembolso por parte del organismo internacional.

Así, el Banco Central que preside Miguel Pesce vio ingresar el viernes 31 el aporte de US$5400 millones. Para ser precisos, las reservas del Central se incrementaron en US$2500 millones, ya que previamente se descontó la cuota que Argentina debía pagar correspondiente al mes de marzo y por US$2900 millones.

Con todo, los desembolsos del FMI solo dan algo de aire para seguir cumpliendo con el propio Fondo y dejan margen para poco más. El problema de las raquíticas reservas netas sigue muy presente y es el principal condicionante de la política económica. Son reservas el gobierno tiene poco margen para actuar fuerte sobre el tipo de cambio, en caso de que necesite intervenir para frenar una disparada de la divisa. Y además, se constituye como un gran cuello de botella para atender a la demanda de empresas y privados que van al mercado libre de cambios para acceder a insumos, piezas y bienes del exterior.

En una reciente presentación el ex Banco Central Guido Sandleris calculó hace 10 días que las reservas netas rondaban los US$1.000 millones, lo que servía para atender la demanda de importación de una o dos semanas.

Este panorama parece complicarse en el mediano y corto plazo ya que el principal proveedor de divisas que tiene el país, el complejo exportador, muy probablemente se encuentre con una de sus peores temporadas en mucho tiempo.

Caída record. Luego de un muy buen año en materia de exportaciones como fue el 2022, cuando se concretaron ventas externas por más de US$88 mil millones, este año será, muy probablemente, la contracara.

Por efecto de la sequía y de algunos condicionantes extra, se calcula que ingresarán al país vía exportaciones entre US$ 15 mil y US$ 20 mil millones menos que el año pasado.

Sobre este punto, el especialista en comercio exterior, Marcelo Elizondo quien es presidente de la International Chamber of Commerce en Argentina, miembro del Consejo Directivo de la CAC y director de la Consultora DNI remarca que muy probablemente estemos ante una de las caídas en dólares más importantes que se tenga registro para las exportaciones.

Elizondo estima, en función a numerosas fuentes y proyecciones, que las exportaciones de 2023 rondarían los US$73 mil millones, lo que implica una merma del 17% en relación al año pasado. Y repasa que la mayor medida en dólares corrientes hasta hoy fue la del año 2009, habiéndose producido un descenso de 14.346 millones de dólares. La segunda mayor caída se produjo en 2014, con un descenso de 12.691 millones de dólares. La tercer mayor caída ocurrió en 2015, con una reducción de 11.546 millones de dólares.

-Una pérdida de US$15 mil millones por las exportaciones puede ser incluso un cálculo conservador, ¿se explica casi exclusivamente por la sequía?
-Es una estimación o escenario conservador, sí. Cada 10 dólares que se exportan, 6.5 los explica el complejo agro exportador y por lejos el principal motivo de la caída es la sequía, pero hay otros accesorios como que los precios internacionales no son tan altos como el año pasado. También la demanda del comercio van a caer, Latinoamérica va a importar menos. Hay una serie de factores, pero el principal es la sequía.

-¿Qué pasa con el resto de actividades que componen el entramado exportador, como las industrias automotrices y metalúrgicas que tienen limitada su capacidad de producción y exportación porque tienen restringidas las importaciones?
-Esos sectores son el 25%, 30%. De modo que aun cuando esos sectores tienen buenas performance les cuesta mucho incidir en el total de las ventas externas. Pero esos sectores tienen problemas propios y endógenos, como esto de no acceder a importaciones para producir exportables. Otro problema es el tipo de cambio atrasado, exportan y les pagan $200 por dólar y también tienen retenciones. Entonces, hay sectores que podrían compensar y crecer y no lo logran porque tienen factores que los afectan. No van a tener caída sustancial en las ventas, pero tampoco crecimiento, que podría compensar la caída.

-El punto es que seguimos dependiendo, en un 70%, del clima.
-Para las expo sí, para el ingreso de dólares dependes del agro. Y del clima o de otros factores. Si vos tenés un problema mundial que te hace caer los precios de los commodities como en 2008 también tenés una afección.

-¿Qué hoja de ruta se puede trazar ante esto? ¿Hay que diversificar la economía? ¿Ir a los servicios?
-Accidentes hay siempre, un año malo lo puede tener cualquiera. El problema de Argentina es que en los años malos tiene accidentes y en los años buenos no compensa porque cuando no hay sequía metemos retenciones, atraso cambiario, cupos a las exportaciones. Si vos generas colchones a favor te podes bancar los accidentes del clima. El tema es que cuando no hay sequía, castigamos las exportaciones. Lo primero sería no castigar al exportador en los años buenos, para que se genere esa reserva. Argentina el año pasado exportó US$88 mil millones, pero si le liberan el potencial podrían haber sido US$150 mil millones. No hay que cambiar la matriz productiva, hay que dejar de castigar cuando viene la buena. Estamos pagando el costo de la obsesión por la renta extraordinaria que ponemos cuando viene bien, más que la sequía. Podría haber un fondo anti cíclico, pero no lo hay. El mejor fondo anti cíclico es el mercado y lo genera el sistema financiero, si yo tengo un sistema financiero robusto la empresa va al banco para bancarse un mal año. Pero acá el 70% de los depósitos se los lleva el Estado.

Obviamente, Argentina debería tener un componente exportador de factores menos dependientes de cuestiones exógenas que tenga más relevancia en el total. Argentina tiene una economía muy desinvertida, por eso no compite.

-¿En recursos y en capital humano estamos en condiciones?
-Por supuesto que sí. Pero tenemos, yo diría, 5 problemas: el desorden macro económico que desalienta la producción para exportar; segundo, no hay instituciones, si tenés un problema de un contrato necesitas que se resuelve en la Justicia sin intervención de la política; tercero tenemos un sistema regulativo obstructivo, todo se regula y eso impide la innovación, estamos sobre regulados; cuarto necesitamos más infraestructura y quinto, necesitas acuerdos de libre comercio con el resto del mundo.

Todos nuestros competidores entran en el mundo pagando arancel 0%, nosotros pagamos porque no tenemos acuerdos ni reciprocidad. Chile paga arancel 0% por sus vinos en China, nosotros el 15%. Eso es un costo adicional.

-Ese movimiento el mundo lo incorporó.
-El 70% del comercio mundial es entre países que redujeron a 0% sus aranceles. Nosotros eso lo tenemos sólo para Mercosur y la región, en el resto pagamos arancel. La tendencia empezó a fines de los ´70, pero creció en este siglo, hay 360 acuerdos de libre comercio en el mundo.

-El problema final con la caída de exportaciones es que te termina definiendo la tensión en el mercado cambiario.
-Por supuesto. Con un régimen cambiario libre y de mercado no tendríamos un colapso, puede subir el dólar 5%, 10%, ahora, como tenes un tipo de cambio que vale el 50% del mercado tenes un riesgo en el mercado. La Argentina solo depende de los dólares comerciales. Los países reciben dólares por muy distintas vías como la inversión extranjera directa, financiamiento al sector privado, remeses de empresas argentinas multinacionales. Acá todo eso no pasa.

-¿Qué sería lo más sano?
-Lo más sano es poner en orden los pilares macro económicos, tener una situación fiscal robusta y holgada, poner en orden las cuentas públicas, conseguir apoyo internacional para que nos den reservas y liberar el tipo de cambio. Vas a tener un proceso de ajuste, pero eso te va a dar una economía más sana. Hay que liberar, pero ordenando las cuentas públicas y abriendo la economía al mercado. Si vos liberas el mercado cambiario en las condiciones actuales tenés un problemón, hay que liberar en un marco de ordenamiento.