El escenario para la obra pública en el 2019 será, por lo menos, complejo. Habrá una importante reducción en las partidas nacionales en pos de la meta de la reducción del déficit fiscal. Por ello, desde la Cámara Argentina de la Construcción creen que será vital destrabar la herramienta que se presentó este año pero que todavía no se materializó al 100% como es el esquema de Participación Público Privada. En este contexto, debe recordarse que se trata de un mecanismo en el que los contratistas tienen involucramiento directo y son los responsables del diseño, ejecución, construcción, mantenimiento de la obra y, como aspecto diferenciador, de gestionar el financiamiento. “En los meses que vienen esta herramienta va a hacer más falta que nunca por la restricción presupuestaria en obra pública, el país necesita seguir promoviendo la ejecución de infraestructura necesaria”, marcan los empresarios.
Provincias y municipios. Los directivos de la Cámara reconocen, en ese sentido, que los PPP no son la panacea universal y no pueden aplicarse a todas las obras, pero confían en que cuando la estabilidad financiera empieza a asomar las administraciones provinciales y municipales deberían subirse al esquema para encarar obras de menor envergadura. “Abogamos porque esta herramienta no se aplique solo para los megaproyectos. Es más fácil comenzar con proyectos de menor escala que pueden ser financiados por empresas locales, con mercados financieros locales. Hay una enorme experiencia en el mundo de obras provinciales y municipales. Una obra nacional es una barrera de acceso muy grande”, reconoce Fernando Lago, director ejecutivo de la CAC.
Por ahora, la Nación tomó la posta y avanzó mucho, pero se chocó con la realidad de un financiamiento que le dio la espalda al sector privado. La combinación de altas tasas y el impacto en la credibilidad de las compañías tras el escándalo de los cuadernos de las coimas desmanteló el último tramo de las licitaciones encaradas. Cabe recordar que la Nación lanzó la licitación para seis corredores viales, que tuvo buena recepción por parte de los privados, pero que no se pudo avanzar con la captación de fondos. Allí, el Estado tuvo que gestar un plan alternativo y crear un fideicomiso para garantizar y gestionar fondos.
Al respecto, Lago comentó: “Está previsto en la Ley nacional de PPP la creación de elementos fiduciarios para resolver la situación y avanzar. El Estado nacional está imaginando una solución que resuelva el corto plazo y permita comenzar con los trabajos sin tener que esperar los cierres financieros que están demorados. Aparentemente no hay nada cerrado todavía”. Además, el director ejecutivo remarcó la necesidad de que los estamentos subnacionales incorporen la herramienta: “La experiencia de obras menores se ve mucho en Brasil. Tiene muy pocas obras de PPP hechas por el Estado nacional, muy pocas hechas a escala de los estados federales y miles de obras hechas a nivel municipal. El mundo tiende a urbanizarse, eso no tiene marcha atrás y el peso de los municipios va a ser cada vez mayor”.
