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CóRDOBA
PROYECCIÓN 2020

Relación con Nación, elección en Río Cuarto y la interna PJ, la agenda de Schiaretti en el primer semestre

El gobernador ya delineó los objetivos para la primera parte del 2020. Especial atención al clima interno del peronismo cordobés con un Caserio activo y en modo expansión. Además, cómo sigue el diálogo con la Rosada.

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ALLÁ VAMOS. Schiaretti definió los temas para esta primera parte del año y hay preocupación por la interna del peronismo cordobés. | Cedoc Perfil

El verano que está próximo a concluir tuvo al gobernador Juan Schiaretti moderando sus apariciones. Sin el protagonismo de años de campaña, tomó un descanso, delegó las presencias en los festivales y hace un par de semanas divide preocupaciones entre la gestión y la agenda del primer semestre de un 2020 con tres asteriscos fundamentales: cómo se desenvuelve la relación con la Nación, las elecciones en Río Cuarto del mes próximo y la interna en el peronismo cordobés que amaga con escribir nuevos capítulos. 

Después de asumir su tercer mandato en diciembre pasado, el diálogo con Nación tuvo altibajos, pero siempre con las miradas de reojo que existen de un lado y del otro. La prescindencia del 2019 aún mantiene facturas pendientes y, a pesar del arribo de programas nacionales que fueron presentados por funcionarios del albertismo en Córdoba, la foto entre el presidente Alberto Fernández y Schiaretti todavía no se produjo. 

Temor al aislamiento. En El Panal insisten con que la frase que repiten desde Schiaretti hacia abajo varios funcionarios provinciales afirmando que “Córdoba no es una isla”, no fue acuñada exclusivamente para este Gobierno nacional. “En agosto del 2018, cuando la gestión de Macri desató la parte más grande de la crisis nosotros empezamos a advertir esto”, señalan en el schiarettismo y hacen referencia al contexto económico de la frase. Ahora van por el no aislamiento político y económico. 

En enero se produjo la primera foto de Schiaretti con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; luego llegaron los arribos de otros funcionarios como el titular de la cartera de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y algunos gestos. No mucho más. 

Por eso, mientras están atentos a la renegociación de la deuda con el FMI y los bonistas para analizar el impacto puertas adentro, el schiarettismo también observa el clima en el seno del Frente de Todos, como las fricciones que se produjeron entre el albertismo y el cristinismo estas semanas. 

“Alberto se va a tener que recostar en el interior en algún momento. Y Córdoba no es una provincia más”, sostuvo un peronista cordobés que confía en que la relación entre el gobernador y el presidente salga del clima gélido. 

La interna PJ, preocupación central. Desde junio del año pasado, cuando Schiaretti intentó encolumnar al PJ cordobés detrás de la boleta corta, las fricciones no se ocultaron. El senador Carlos Caserio fue el primero en marcar las diferencias con el mandatario provincial y en la disputa el hombre de Punilla sumó aliados. 

Esta semana, un grupo de legisladores provinciales que responde a Caserio generó una movida en redes con fotos compartidas y diálogo en clave albertista: Argentina de Pie, titularon las publicaciones. Ante el interrogante de si se trataba de un nuevo bloque que rompa con la abrumadora hegemonía de 51 bancas que tiene hoy el oficialismo, dijeron que no. Pero algunos creen que están cerca. 

 

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“Ahora el oficialismo tiene 51 legisladores. Los que se reunieron y vienen trabajando para Alberto F. son 13. Si se van, quedan 38 legisladores pero ojo, la banca nº 38 es la de Natalia de la Sota”, analizó un armador del PJ capitalino. 

La hija del exgobernador por ahora sigue en la estructura que responde a Schiaretti aunque no oculta la buena relación que tiene con Alberto Fernández. 

Fuentes de la Unicameral también señalan que se observa además qué sucederá con la banca que dejó por licencia Walter Saieg para irse a un cargo nacional. Al hombre alineado con Caserio lo reemplazó Carolina Basualdo, cercana a Schiaretti y candidata a intendenta en las elecciones de Despeñaderos en abril. Si gana, es un interrogante qué ocurrirá con la banca; aunque no descartan un regreso de Saieg. 

Con estos ruidos, el PJ cordobés tendrá elecciones internas este año y serán las primeras sin la figura de De la Sota. El 30 de abril vence el mandato de Oscar González, que preside el partido tras la renuncia de Caserio y la declinación al cargo de Martín Llaryora. 

Si no hay unidad, Schiaretti y Llaryora encabezarán un grupo y Caserio con la porción de delasotismo que se quedó Adriana Nazario estarán del otro lado. Con la chance, estos últimos, de sumar respaldo K si van a las urnas. 

Río Cuarto como bálsamo. La elección en el sur provincial obsesiona al gobernador. La chance de retener el poder en manos del intendente Juan Manuel Llamosas dejó al PJ unido pero la disputa es por la foto de la noche de ese 29 de marzo. 

Por lo pronto, en la hoja de ruta schiarettista el destino Río Cuarto fue de lo que más se repitió durante el verano y así continuará hasta marzo. Schiaretti irá, al igual que ocurrió en 2016, por la municipalización de la elección, aunque no ocultará el operativo contención que se lanzará sobre Llamosas en los próximos meses.