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CóRDOBA
ESCENARIO 2023

Salto de intendentes díscolos al armado transversal de Llaryora sacude la interna radical

En el llaryorismo señalan que el diálogo viene encaminado. Si se produce el pase, en el círculo más próximo al candidato del PJ hablan de hasta 30 intendentes boina blanca sumándose a la coalición ampliada oficialista. En la UCR afirman que se trata de una cooptación por “un cargo” que busca “dividir a Juntos por el Cambio”. Los radicales apuntados apuestan sus fichas a ser parte de una coalición que gobierne la provincia.

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HOMENAJE A ILLIA. A 40 años de su fallecimiento, dirigentes radicales se encontraron en el homenaje realizado en Cruz del Eje. | POLÍTICA CÓRDOBA VERDAD

En el núcleo íntimo del candidato a gobernador del PJ, señalan que Martín Llaryora aceita el vínculo con los boina blanca que saltarán el charco con miras a la contienda electoral, como lo adelantó hace dos semanas PERFIL CÓRDOBA. Estos movimientos activaron el pase de factura entre los correligionarios y sacude la interna del radicalismo por estos días.

Todas las miradas del mundillo político apuntan a los pasos que vienen dando en el alineamiento de intendentes radicales que tienen muy buen diálogo con el gobierno peronista en el plano de la gestión, pero en el que también se habla de política. Así lo reconocen de un lado y del otro de este armado, que busca profundizar Llaryora para seguir gobernando en el ‘cordobesismo’.

Este núcleo de jefes territoriales radicales, referenciados en Myrian Prunotto (Estación Juárez Celman), Carlos Briner (Bell Ville) y Gustavo Benedetti (Arroyito), no oculta sus críticas contra el accionar de la cúpula de la UCR y rechaza a Luis Juez como candidato “peronista” del espacio aliancista en su rol de “opositor”. Los cruces de acusaciones cobraron fuerza en los últimos días en una interna radical que se muestra a flor de piel.

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Tras las críticas de que son objeto desde la cúpula de la UCR, la intendenta Prunotto que lidera este grupo de pares radicales salió de contragolpe al acusar a quienes dirigen el partido de sentirse “cómodos” con el rol de oposición desde hace 23 años y acordar con un “peronista” como Luis Juez en el marco de la alianza de Juntos por el Cambio.

“Nos quieren hacer responsables a nosotros –por las charlas de gestión o algunas cuestiones políticas– que el partido va a perder, pero hace 23 años que vienen perdiendo y son los mismos dirigentes”, lanzó la jefa comunal sin dar nombres, pero en clara alusión a Mario Negri y Ramón Mestre, entre otros referentes. En su crítica incluyó a Rodrigo de Loredo, por “no jugársela” y seguir en el plano de la indefinición.

“El radicalismo no quiere más ser oposición, quiere gobernar y es para lo que estamos trabajando”, resaltó Prunotto al apuntar duro contra la conducción partidaria y mostrar músculo del alineamiento que encabeza con dirigentes que han pasado, o están al frente de gestiones locales, que no reniegan del buen diálogo con el gobierno peronista. En la UCR lo minimizan.

El titular del Comité Provincia de la UCR, Marcos Carasso, fue al hueso en su réplica. “El que se quiera ir con el gobierno provincial, es un límite que no lo podemos aceptar”, afirmó y retrucó: “Si se van es debido a que le han ofrecido un cargo para tratar de dividir a Juntos por el Cambio, porque saben que van a perder este año”.

La intendenta deslizó la posibilidad de “una coalición con el peronismo”, pero advirtió que la conducción de la UCR “ya la tiene cerrada a la coalición con el peronismo, porque Luis Juez es peronista”, y en ese plano, reafirmó su rechazo a ese tipo de acuerdo con el referente del Frente Cívico.

Prunotto reconoció “un diálogo de gestión” y donde también “se habla de política” con los mandamases del peronismo en el poder, aunque aclaró que “son diálogos, no hay acuerdos. No hay oferta de candidatura”. “Si algún radical coincide con este gobierno es porque está interesado en tener un cargo, o salvo que crean que este es un gobierno republicano”, cuestionó Carasso al contarle las costillas a la administración provincial.

Reclamos. Al mostrar un panorama crítico en materia de finanzas públicas, salud y educación, y la “inseguridad estallada”, el dirigente negrista focalizó en el plano institucional. “Este gobierno que se tilda de republicano no habilita las PASO y no nos dice cuándo se vota”, resaltó y chicaneó: “Por lo menos, antes que se vayan, algún intendente radical que nos diga cuándo va a ser la fecha de las elecciones”.

En un tono menos intransigente, el intendente Briner también se sumó al cruce de posturas que agitan la interna de la UCR por estos días. “Como radical dialogo con todos los espacios que respeten a las intendencias como motores directos en la sociedad”, afirmó. Sostuvo que: “Por oficio, tendemos lazos con los gobiernos superiores en provincia y nación”. No obstante, admitió: “A nadie escapa que entremedio se cuelan las conversaciones políticas”.

En la misma línea que Prunotto, el alcalde de Bell Ville calificó al “armado frentista” en el cual se inserta el radicalismo como “bastante desprolijo”;  puso el foco en el ninguneo del que son objeto “en no pocas situaciones” los jefes territoriales de la UCR, que según su posición, son “los verdaderos gestores que le darían oxígeno y mejores performances hacia adelante”.

Ser gobierno. Ante el escenario electoral que se avecina, Briner opinó: “Hay una necesidad de armados políticos” que buscan “sumar a las gestiones talentosas”, pero al mismo tiempo consideró que resultan “un tanto anárquicos en la oposición y más uniformes en el oficialismo provincial”. El radical crítico apostó por un diálogo basado “en el bien común” y sin “mezquindad”. “Miraré prolijamente quién me invita a conversar y con qué finalidad”, acentuó al dejar abierta la puerta a las conversaciones de un lado y del otro, de cara a la contienda electoral.

Desde la conducción radical, Carasso fue enfático al plantear que “dentro de Juntos por el Cambio puede haber diferencias”. “Nos puede gustar una u otra variante, es válido. Ahora, el que se quiere ir, evidentemente, se va por un cargo”, aseveró.

Quien también sumó leña al fuego del internismo fue el legislador Dante Rossi, quien disparó duro contra los radicales díscolos que se juntan con Llaryora y se muestran más cerca de Hacemos por Córdoba.

“No les gusta (Luis) Juez, pero no mueven ni un dedo para que Rodrigo de Loredo sea el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio. Le hacen el juego al peronismo”, fustigó el aliado de los dos referentes del espacio opositor.

“Desde el principio estamos diciendo que De Loredo tiene que ser el candidato. Y bueno, no se juega, nosotros no nos podemos quedar a esperar la decisión que va a tomar una persona”, respondió Prunotto y aseguró que su grupo apostará “a ser parte de un gobierno provincial que les mejore la vida a los vecinos” y no a quedarse en el rol de oposición.