“Estamos en una nueva normalidad, pero no es a la que estábamos acostumbrados antes de la pandemia”, estas fueron algunas de las palabras en el anuncio que el gobernador Juan Schiaretti hizo ayer por la mañana en El Panal en relación a la situación que se vive en Córdoba en torno al coronavirus.
Acompañado por el vicegobernador Manuel Calvo; el ministro de Salud, Diego Cardozo, y autoridades sanitarias, el discurso del primer mandatario provincial había generado expectativa por tratarse del primero después del regreso de Amba a fase 1 que el viernes por la tarde confirmaron el presidente Alberto Fernández junto al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
En un discurso breve, Schiaretti ratificó que la provincia endurecerá los controles a quienes ingresen al territorio, ya sea lo hagan de paso o sean cordobeses que están retornando a sus ciudades.
Asimismo, anticipó que enviará un proyecto a la Unicameral que preverá la aplicación de multas para quienes no respeten los protocolos como el uso obligatorio del barbijo o las reuniones familiares con más de diez personas.
Schiaretti hizo una breve referencia en el comienzo del discurso a “cómo se agravó la pandemia en el Amba” y dijo que “gracias a Dios en Córdoba la situación es diferente pero no debemos descuidarnos”.
En varios momentos, tanto Schiaretti como Cardozo -los únicos que hablaron en el acto- se refirieron a la necesidad de tomar precauciones por “todo lo que se alcanzó en términos de libertades individuales”.
Endurecimiento. En una semana en la que se habló de la posibilidad de recibir a pacientes de otros distritos, teniendo en cuenta el bajo porcentaje de “camas covid” -aquellas que están equipadas con respirador- que están ocupadas en Córdoba, fue notorio cómo en el arranque de su discurso Schiaretti dijo: “siempre vamos a cuidar a los cordobeses”.
A partir de allí, empezó a dar detalles de los controles que se harán más estrictos, porque según dijo, los brotes en Córdoba tuvieron tres vectores: gente que llega a trabajar a la provincia o regresa de zonas con transmisión, camioneros que tienen el territorio provincial como destino o paso, y las reuniones familiares que en muchos casos se convirtieron en sociales y superaron el límite autorizado de diez personas.
Sobre lo primero, Schiaretti puso como ejemplo el brote en Villa Dolores con los trabajadores del Banco Nación y dijo que “todo aquel que venga a trabajar o regrese a Córdoba deberá hacer cuarentena estricta de 14 días”.
En tanto, sobre los camioneros, citó lo sucedido con trabajadores del volante de otros países, mencionó a Córdoba como provincia de paso que en esta parte del continente y dijo que se endurecerán los controles. No permitiendo el descenso de los camioneros en zonas que no sean las predeterminadas.
Parte de la campaña que el viernes en el sudeste provincial iniciaron Calvo y Cardozo.
En tanto, acerca de las reuniones familiares, a Schiaretti se lo notó enfático. Los que tratan a diario al gobernador mencionaron que es una situación que lo puso de muy mal humor en el último tiempo acerca de cómo se violó la cuarentena en este aspecto y el impacto que esto puede tener en los sectores vulnerables.
“No están permitidas las reuniones sociales en ningún punto de la provincia”, resaltó Schiaretti, a lo que agregó que los encuentros deben ser entre familiares y hasta diez miembros. Situación que será de estricta responsabilidad del anfitrión.
Proyecto a la Unicameral. Schiaretti también anunció que en los próximos días el Ejecutivo enviará un proyecto a la Legislatura cordobesa para que se endurezcan las sanciones de aquellos que violen los protocolos sanitarios.
“Les vamos a poner multas a los que anden sin barbijos o los que hagan reuniones más de diez. No tiene que ser lo mismo aquel que cumple con las normas con aquellos que no las cumplen”, dijo el gobernador.
“La nueva normalidad exige que estemos con barbijo, con distancia y que no nos juntemos hasta diez. Y vamos a poner premios y castigos”, agregó Schiaretti.
“Si cuidamos la nueva normalidad, no solo no vamos a volver atrás, sino que iremos a más flexibilizaciones”, concluyó el gobernador, marcando diferencias con la realidad del Amba.
Dos países y una “nueva normalidad”
El primer concepto Schiaretti no lo usó en el anuncio de ayer. Pero al segundo lo reiteró en varias ocasiones y sirvió para poner contrastes entre la fase 1 a la que volverá Amba desde el miércoles y la nueva normalidad en la que entrará Córdoba.
Durante la semana, y cuando ya se sabía que Capital Federal y Gran Buenos Aires volverían hacía atrás en la cuarentena, un funcionario provincial reconoció a PERFIL CORDOBA que había distintos motivos para que Córdoba no anunciara flexibilidades el fin de semana.
El primero, un acuerdo no escrito. No anunciar e ir a fase 5 cuando Amba retrocede. El resto, más relacionado al control de los últimos brotes y los cuidados anunciados en torno a los que llegan o pasan por Córdoba y los que mantienen reuniones familiares.
En tanto, podría haber anuncios de flexibilizaciones en la semana, a partir del miércoles en que Amba restrinja. Si esto ocurre, Schiaretti dejará activo el “modo isla”.