Se acerca el Día Internacional de la Mujer el próximo 8 de marzo. La fecha conmemora sucesos históricos y trágicos, que fueron claves para el inicio de un largo y arduo camino de lucha contra el sexismo y a favor de la igualdad de derechos sin distinción de género.
Y en este día tan especial, el mundo pone en agenda distintos temas que nos invitan a reflexionar sobre el lugar que ocupa la mujer en diferentes ámbitos, en la actualidad.
Podemos decir que en Argentina, la inserción de las mujeres tanto a nivel educativo como laboral, se ha incrementado considerablemente. Sin embargo, aún existe una brecha significativa con respecto a los hombres y más aún si focalizamos en las áreas de la CTIM o STEM en inglés, sigla que designa las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Con respecto al nivel educativo superior, según datos públicos, 6 de cada 10 estudiantes universitarios son mujeres, pero de ellas, solo el 25% estudian Ingeniería y Ciencias Aplicadas, carreras con una alta demanda en el sector laboral.
Uno de los sectores donde más notoria se hace presente esta brecha, es en el de los emprendimientos tecnológicos. Se trata de un sector que se encuentra en pleno proceso de crecimiento, y ofrece interesantes oportunidades de empleo caracterizados por alta calidad, incluyendo beneficios como buenos ingresos en relación a la media, flexibilidad horaria, posibilidad de trabajar de manera virtual, todas estas características laborales muy valoradas hoy, tanto por las mujeres como por los varones, en este difícil equilibrio entre lo laboral y lo familiar.
Sin embargo, según el Reporte Global de Ecosistema de Startups de 2020, Startup Genome, la gran mayoría de los emprendimientos son fundados y liderados por hombres.
El informe realizado por Endeavor, en alianza con Mastercard, llamado “La brecha de género en el emprendimiento tecnológico en Ciudad de México, Bogotá y Buenos Aires: una tarea pendiente del ecosistema”, señala que el porcentaje de mujeres fundadoras en el ecosistema tecnológico de Buenos Aires, Bogotá y Ciudad de México es muy reducido, específicamente de 8%, 10% y 16%, respectivamente.
Afortunadamente, parece ser que esta tendencia comienza a revertirse, ya que otro reporte del Observatorio Permanente de Software y Servicios Informáticos (OPSSI), asegura que las mujeres ocupan el 30% de los empleos de la industria del software en la Argentina, y llegando al 40% en el año 2024 si se mantiene la tendencia actual.
Otro dato que se desprende del informe anterior, es que la participación de las mujeres en la industria se duplicó en los últimos 15 años, y pasó del 26% en el 2018 al 30% en 2020, lo que significa un incremento del 15% en dos años.
A su vez dicho organismo, indicó que la industria del software, en Argentina, cuenta con 115.000 trabajadores aproximadamente, y según la última encuesta realizada, el sector espera crear este año 11.000 empleos nuevos, por lo cual van a elevar la dotación de personal en un promedio de 9,1%. Esto, evidencia una clara necesidad de trabajar vincularmente con el sector y los centros académicos para incluir a las mujeres en ese porcentaje.
Sin embargo, a pesar de estas señales, es importante tener presente que las mujeres enfrentan mayores dificultades a la hora de ocupar cargos de dirección o gerenciales. El llamado “techo de cristal”. A las pocas mujeres que actualmente logran insertarse en el sector, su ascenso o progreso en las carreras de mandos es muy dificultoso. Y no es particularmente por sus habilidades. Según datos de la EPH del primer trimestre del 2020, en el CONICET, solo el 24,5% de los investigadores superiores son mujeres, el 42% son investigadores principales y solo el 14% de las autoridades de organismos científicos, son mujeres.
Un informe del MEIC en el año 2017, reveló que a las mujeres se les dificulta el equilibrio entre la vida privada y profesional, demostrando que incluso las mujeres científicas con parejas en casa emplean el doble de tiempo en las tareas domésticas que los hombres científicos mientras que los hombres le dedican más horas a su empleo. Esta distribución desigual de las tareas, es un factor que incide directamente en la dificultad que se les presenta a las mujeres a la hora de competir por un puesto jerárquico dentro de su organización, lo cual hace que la balanza se termine inclinando por elegir a los hombres.
Según un estudio de IDESA, realizado en base a datos de EPH tercer trimestre del 2022, revela que Córdoba tiene margen para trabajar este aspecto en materia de igualdad de género. El sector IT está conformado por 17.168 trabajadores, de los cuales solo el 16% son mujeres.
Desde mi experiencia como mujer, trabajando en el ámbito de la modernización, la transformación digital, la innovación y la cooperación internacional, puedo decir que no se trata de un camino fácil. Hay muchas barreras para superar, especialmente en lo cultural, muy presente en nuestra sociedad y en donde el trabajo por la igualdad de género requiere, en lo individual, de trabajo, capacidad y perseverancia, y, por parte de las políticas públicas, instrumentos diseñados acordes para mitigar las asimetrías de género que hoy persisten en todos los ámbitos.
Por ello, trabajar en los marcos laborales, y en los trayectos educativos constituye una necesidad si queremos, con certeza, promover la igualdad de género.
Se que las soluciones para revertir estas cifras no son mágicas ni van a tener un impacto de un día para el otro, pero es vital generar una fuerte vinculación entre el sector público, académico y empresarial para ejecutar iniciativas que contengan una perspectiva más inclusiva con el fin de incentivar a muchas mujeres a adentrarse a trabajar y emprender en este sector que promete tanto a futuro.
Si bien las nuevas oportunidades que nos brindan las distintas tecnologías son esperanzadoras, es una obligación de todos los sectores trabajar con una visión en común: erradicar las inequidades de género. Pues esto constituye una obligación para el beneficio de toda la sociedad.
Secretaria de Planeamiento, Modernización y Relaciones Internacionales de la Municipalidad de Córdoba.
Presidenta de la Comisión de Modernización del Colegio de Abogados.
Presidenta de la Incubadora de empresas FIDE.
