Desde 2011, los años electorales venían mostrando una lógica repetida: el salario, impulsado por las paritarias, se convertía en un dinamizador para el consumo y, en última instancia, para la economía. Ese vector se traducía en un alivio para las expectativas de los oficialismos y los responsables de los planes de Gobierno. Este año, sin embargo, esa lógica parece difícil de repetirse. Al menos para el primer llamado nacional hacia las urnas, el 11 de agosto cuando se voten las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso), el poder adquisitivo del salario seguirá en terreno negativo contra la inflación. Un informe del Instituto Argentina de Análisis Fiscal destaca que durante marzo el índice total de salarios aumentó 4%, mostrando una pérdida de poder adquisitivo de 0,7% a lo largo del mes y que tomando como base diciembre de 2017, en los últimos 15 meses los salarios acumularon una caída real de 13,6% (para los informales la pérdida fue del 16,7%).
En esa línea, advierte que “la inflación haya crecido muy por encima de los salarios se refleja como una fuerte contracción del consumo y arrastra consigo a la actividad económica, que en el primer trimestre cerró con una contracción de 0,2% respecto al cuarto trimestre de 2018 y una contracción de 5,7% respecto al primer trimestre del año pasado”. “En el primer trimestre de este año el salario real cayó 1,6%. El año pasado la perspectiva para estos meses era el de una recuperación. Pero eso no pasó, hubo un proceso de reactivación de la inflación que lo dejó en terreno negativo y el problema se agravó”, señaló a PERFIL CORDOBA el economista Bruno Panighel, del Iaraf.
Cambio de tendencia. En los próximos meses el salario seguirá mirando desde abajo a la suba de precios pero conforme avancen los incrementos paritarios que se vienen cerrando podría empezar a verificarse una suba real de los ingresos, siempre que la inflación no vuelva a descontrolarse, como pasó en marzo: “Las nuevas paritarias se están cerrando casi igualando a la inflación, en torno al 30%, que es la inflación esperada para los próximos 12 meses. Lo que creemos es que si la inflación no se descontrola, hacia octubre los salarios van a dejar de perder y pueden comenzar a ganar entre 1% y 3% hacia mayo de 2020, siempre que veamos una inflación pareja”, remarca Panighel.