Guido Herrera comenzó atajando en Deportivo Río Cuarto, luego hizo las inferiores en Belgrano, pero un día lo dejaron libre en Alberdi cuando ya coqueteaba con la Primera del arco Pirata. Se fue a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, en el Federal A, y la rompió. Entonces, le llegaron varias propuestas pero, valiente como lo fue desde pibe cuando imitaba a su hermano mayor Franco, en
los últimos días de diciembre de 2015 se decidió por la opción más arriesgada: Talleres. Y su vida cambió para siempre.
–Si pudieras hablarle al Guido de la primera semana como jugador de Talleres, que la pasó complicada, ¿Qué le dirías?
–Obviamente, después de tanto tiempo, años y momentos vividos, sin dudas tratar de no volver a cometer los errores que cometí. De eso se trata, de aprender para no volver a equivocarte. Me tocó, cuando era muy chico, hacer mal uso de las redes sociales y era entendible lo de la gente. Gracias a Dios pude demostrar que iba a hacer las cosas bien cuando me tocara atajar, que quería hacer las cosas bien en Talleres. Soy un agradecido, a mí me cambió la vida Talleres, amo a este club, tanto yo como mi familia, estamos cómodos, es nuestra casa. Hoy es complicado verme en otro lado, porque son muchos momentos, muchos años. Entonces, le diría a aquel Guido que esos errores que cometió no los vuelva a cometer, pero que son parte de la vida misma.
Ganarse el respeto. Talleres se mide esta tarde con River, desde las 16.45 en el Monumental, por la octava fecha de la Zona A de la Copa de la Liga, un duelo que acapara todas las miradas. Es que la ‘T’ le ganó los últimos cuatro enfrentamientos al Millonario y, encima, en siete días se enfrenta a Boca. En la previa de estos compromisos, el capitán Albiazul dialogó con PERFIL CÓRDOBA y analizó: “Sabemos lo que significa River, es el último campeón del fútbol argentino, va ser durísimo. Hemos preparado el partido y tendremos que estar todos en nuestra mejor versión para cumplir el objetivo. Sabemos el poderío y jerarquía a la que nos enfrentamos.
– ¿Le dan valor a que los últimos cuatro enfrentamientos Talleres-River lo ganaron ustedes?
– Son estadísticas, nada más. Todos los partidos son diferentes, cada partido es una nueva historia.
– Cuando sos niño soñás con enfrentar a River, a Boca y ahora, en siete días, te enfrentás a los dos. ¿Es especial?
– Es lindo. Son equipos que sabemos lo que significan, sus jugadores, su historia. A mi entender, hoy Talleres también está metido en ese lote de equipos con historia y gran presente. Para afrontar estos partidos hay que estar con la concentración a full, sin dejar lo que venimos haciendo, que es lo que nos trajo hasta acá.
–¿Sentís la evolución del respeto nacional que se han ganado en este tiempo?
–Sí, sí, es lógico. Talleres es un club gigante, su gente, su historia y en los últimos torneos hicimos las cosas muy bien y nos hemos ganado el respeto en todo el fútbol argentino. Eso nos exige y nos obliga a tratar de ser mejores. Cuando vienen a jugar acá, a Córdoba, te demuestran ese respeto que nos tienen.
–¿Qué te generan los 100 partidos con el arco en cero defendiendo el buzo de arquero de Talleres?
–Es un orgullo alcanzar este número en este club, que es mi casa, donde pasé gran parte de mi vida. Me pone contento, pero no es un trabajo solo mío, es de todo el equipo, de los compañeros que tuve en estos años, porque el arco en cero no es solo del arquero, es logro de equipo.
–Más allá de eso, ¿te acordás de algún partido en el que sentiste que no te hacían un gol ni por casualidad?
–Es difícil acordarme de alguno –piensa–, pero sí hubo partidos donde me sentía con mucha confianza. Pero eso es porque mis compañeros me lo hacían sentir. Soy partidario de que los logros personales sean por lo grupal. Cuando estás bien en lo grupal, es más fácil que lo personal salga bien.
–¿Pensás en un posible retorno a la Selección?
–Es un puesto muy complicado y está muy bien cubierto en la Selección. No creo necesario un recambio, tenemos muy buenos arqueros, se encontró una regularidad y es muy difícil ponerse como objetivo volver. Todo jugador sueña con la Selección, pero soy realista. Debo seguir haciendo las cosas bien acá.
CAPITÁN. “Soy partidario de que los logros personales sean por lo grupal. Cuando estás bien en lo grupal, es más fácil que lo personal salga bien”.
Guido Herrera alcanzó 100 vallas invictas en 253 partidos.