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CóRDOBA
ENTREVISTA EXCLUSIVA

“Todavía no volví a ser yo, aún no puedo”

“María” es la denunciante del presidente del Festival de Doma y Folclore de Jesús María. En una conversación con PERFIL Córdoba cuenta por primera vez las circunstancias de la acusación.

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OCTUBRE. La joven, voluntaria a través de su escuela del Festival, radicó la denuncia en la ciudad de Córdoba. La instrucción sigue en tribunales de Jesús María. | Cedoc Perfil

María es el nombre con el que la denunciante de Nicolás Tottis será mencionada en esta entrevista, para respetar su decisión de mantener su identidad en el anonimato.

La joven de 20 años que reside en Jesús María y que en octubre denunció por abuso sexual al presidente de la comisión del Festival de Doma y folklore de Jesús María accedió a un diálogo con PERFIL Córdoba, y por primera vez cuenta de manera pública su versión de los hechos.

—¿Cómo te decidiste a realizar la denuncia?

—Hice un viaje luego de lo que pasó, me quería ir. Tenía vergüenza y miedo. Como tenía mi celular roto, me llevé el de mi mamá. Cuando regresé, ella vio en ese teléfono un mensaje que le había mandado a una amiga contándole algo de lo que me había pasado. Por ese motivo, mi mamá me preguntó qué pasó y les conté, a ella y a mi papá. Los dos me apoyaron y me dijeron que hiciéramos la denuncia urgente.

—En ese momento, principios de octubre, ¿cómo te trataron cuando denunciaste?

—A la denuncia la hice en el Polo de la Mujer de Córdoba. Me trataron muy bien, me contuvieron y me apoyaron, y me dijeron que cualquier cosa que necesitara, ahí iban a estar ellos para mí.

—¿Cómo fue el regreso a Jesús María?

—Me sentí un poco aliviada, que me había desahogado algo. Así mismo, no sale eso de mí, sigo todavía con muchos sentimientos, mucha tristeza. Todavía no volví a ser yo, aún no puedo.

—¿Estás con algún tipo de asistencia, de ayuda?

—Sí, voy a la psicóloga y a la psiquiatra.

—En este contexto, ¿cómo te cayó la carta de esta semana donde, en resumen, Tottis dice que lo estás difamando, que son mentiras? 

—No lo podía creer. Me dolió porque sé cómo fueron las cosas. Está bien que se haya tomado la licencia por 20 días, fue un alivio saber que no va a estar en el festival, pero no debería ser solo por 20 días. Debería renunciar, por una cuestión ética, moral.

—Otra cuestión que imagino fue durísima para vos fue cuando la misma Comisión lo respaldó casi de manera absoluta apenas conocida la denuncia. ¿Cómo lo viviste?

—Sentí muchísimo dolor. Me tiró muy abajo. Al haber trabajado ahí, me di cuenta de la clase de gente con la que estuve. Pero sí me apoyaron personas con las que más tiempo compartía, los amigos que me llevé, que siempre me llaman para ver cómo estoy y se preocupan.

—¿Cómo empezaste a trabajar para el Festival?

—El Festival colabora con instituciones. Una de ellas era mi colegio. Nosotros "devolvemos" esa ayuda con voluntariado, a partir de los 17 años. Me postulé y luego quedé seleccionada. Así, empecé a colaborar en la secretaría donde el presidente siempre estuvo. Fue para la edición 2017.

—¿Cómo sucedió el abuso que denunciaste?

—Él estaba obsesionado conmigo. Era sistemático. Todo el tiempo me enviaba mensajes. Todos los años se hace una fiesta de colaboradores cuando termina la edición. A la de 2017 no fui porque aún no me sentía cómoda con la gente que me rodeaba. Como no fui, al otro día me llega un mensaje en el que me dice: "Hola linda, ¿cómo estás? Quería verte". No lo tenía agendado y le pregunté quién era y me dice: "Soy el presi, lo sé todo". Y desde ese momento no me dejó de mandar mensajes, de insistir en que hagamos algo, de que vaya a su pileta, me decía que no contara nada porque "chau festi" para los dos, en un tono amenazante.

—¿Qué pasó después?

—Me siguió hablando durante todo 2017, y este hecho sucede cuando me invita supuestamente a una reunión en su casa, a pasar la tarde con varias personas de mi secretaría y del festival, en la pileta. A celebrar que había terminado el festival. Cuando llegué no había nadie. Y ahí fue cuando sucede el hecho.

—¿Ustedes habían tenido antes algún tipo de relación, de contacto?

—No, ninguna. Jamás.

—¿Cómo te fuiste?

— Cuando pasó lo que pasó, empecé a mirar para todos lados buscando la forma de escapar . En un momento entra a bañarse, trato de ver si puedo salir porque él no estaba, pero estaba todo cerrado, él tenía las llaves. No me dejaba ir. Le pedía por favor de que me dejara ir. Me obligó a subirme a su camioneta, y como su barrio se conecta con el mío, él venía por atrás porque se tenía que ir al predio del festival y yo vivo cerca. Yo pedía todo el tiempo bajarme, hasta que cerca de mi casa, lo logré.

—¿Qué hiciste cuando llegaste a tu casa? ¿Le contaste a alguien, pudiste hablarlo?

—Recién seis meses después. Pero en ese momento llegué a mi casa, me largué a llorar y me pasaban todas las imágenes por la cabeza. Hasta el día de hoy.

—¿Cómo se dio el tema de las pericias con la fiscalía?

—En diciembre me hicieron las pericias psicológicas en Tribunales de Jesús María. Antes en el Polo de la Mujer y dos veces me atendieron psicólogas. En total, tuve cinco encuentros. Ya estaría concluido. A él recién se las van a hacer, supuestamente, en mayo. No puedo creer que conmigo avancen y ya haya terminado ese proceso y con él nada.

Si sos víctima o conocés a alguien que sufra violencia de género llamá al 144. También podés comunicarte al organismo provincial, el Polo Integral de atención de la Mujer en situación de violencia, llamando al 0800 888 9898.