El locro por el Día del Trabajador que encabezó Luis Juez tenía todos los condimentos -nunca mejor dicho- para ser una fiesta. El anfitrión estaba moderado, y a la vez exultante, los invitados todos cómodos y en busca de la foto con quién para muchos será el candidato a gobernador de Juntos, y la gente disfrutando. El Frente Cívico recuperaba protagonismo y la militancia lo sabía. Sin embargo, todas esas fotos del domingo y el lunes, con un Juez prácticamente bendecido por el resto de sus socios, se desdibujaron sobre el final de la semana con las imágenes que se hicieron virales de los camiones del Ejército en la Sociedad Belgrano. Camiones que, según una denuncia que se presentó en Tribunales Federales, fueron contratados como parte de la logística del evento. Conocido el video que se hizo viral, un peronista reconoció que el denunciante tendría algún vínculo con el Frente de Todos; más precisamente con algunos kirchneristas cordobeses en el Congreso. Sin embargo, los rumores no quedaron ahí. Continuaron. En primer lugar, algunos apuntaron a la responsabilidad de parte del juecismo que pasó por el ministerio de Defensa en su momento; mientras que, en el caso de la denuncia, están aquellos que no descartan la vendetta K por las acusaciones del senador a la vicepresidenta la semana pasada; y los que desconfían incluso de algunos socios infieles que estuvieron en el locro y tomaron las fotografías. Como sea, en el Frente Cívico hoy admiten que son errores no forzados que en año electoral hubiesen tenido otro costo. Ah, el peronismo sacó también dos conclusiones: el silencio inmediato de Juez y también el de los radicales. “Y eso que había uno que no quería ir por miedo a que Juez se lanzara a la gobernación con él sentado en la primera fila…”, lanzó con picardía un integrante del PJ.
Un enojo con amenaza de renuncia en la Municipalidad
Se sabe que en el ámbito de la Municipalidad de Córdoba se lanzó hace unas semanas una carrera interna para la sucesión del intendente Martín Llaryora. De a poco, el titular del Palacio 6 de Julio que irá por la candidatura a la gobernación en 2023, habilitó que empiecen a moverse algunos alfiles en el tablero municipal. Y en esa carrera, el OK está por ahora para tres personas: el viceintendente Daniel Passerini, el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano; y el secretario de Transporte, Marcelo Rodio. Siendo estos dos últimos, precisamente, los que tuvieron un episodio de tensión en la semana. En realidad, lo que sucedió fue lo siguiente. Siciliano fue invitado a un programa en Canal C, y allí, al ser consultado sobre cuál era el problema más complejo que tenía el Municipio por resolver, dijo “el transporte”. Sí, así. Lo que ocasionó un sismo por lo que algunos interpretaron como una dosis de fuego amigo en pleno gabinete llaryorista. La respuesta, del extitular de Tamse, dicen que no tardó en llegar y hasta amagó con renunciar. “No fue para tanto, Miguel no lo hizo personal. Dijo que era uno de los temas a mejorar, pero a Marcelo no le gustó nada y lo hizo saber arriba”, comentó un conocedor de los pasillos del Palacio 6 de Julio.
Se picó la interna del gremio de federales
Las elecciones del 17 de mayo de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) calentó el clima en los tribunales federales del Parque Sarmiento. El secretario general, Julio Piumatto, que buscar la reelección hizo una presentación ante la Cámara Federal para pedir que intervenga y haga cesar el “maltrato a personal” por parte de la vocal, Liliana Navarro, afiliada al gremio desde hace 32 años. Navarro, antigua aliada de Piumatto hoy es una de sus principales críticas. Piumatto la acusa de “deslealtad sindical” por apoyar a la lista opositora a su conducción que lidera a nivel nacional su segundo, Luis Bechis, quien decidió romper con el dirigente. Todo sobrevino luego de una reunión de 30 trabajadores judiciales de la Cámara Federal el 26 de abril pasado. Navarro decidió hacer una reestructuración laboral y eso fue interpretado por algunos como “maltrato” y “persecución” a integrantes de la lista de Piumatto. Desde el entorno de la camarista negaron destrato y dejaron trascender que sólo cuatro trabajadores se sintieron molestos por las directivas. Subrayaron que la vocal está totalmente alejada de la conducción del actual secretario general por su escasa participación en el conflicto por irregularidades en la Obra Social y porque sólo se ocupa del interior cuando hay elecciones.
El radicalismo del interior, observa
La situación se produjo en la semana y a raíz de una conversación entre dos miembros de Juntos por el Cambio. Un radical y un PRO. El PRO trató de convencer a su socio de coalición que había que mirar a una intendenta Gran Córdoba; puntualmente, a la intendenta de Estación Juárez Celman. “Es simple, si no le damos un lugar nosotros, se va. Y ese lugar tiene que ser importante”, apuró el amarillo tratando de convencer a su compañero de alianza. La respuesta del radical fue más allá. No sólo que reconoció el peligro de la radical que habla a diario con el peronismo; sino que también habló de otros correligionarios del interior que esperan el llamado convincente del senador Luis Juez para acompañar su candidatura. “Igual, no es tan fácil como para que se resuelva con un llamado. Son un grupo de intendentes que quieren que encabece el radicalismo, que no están convencidos de trabajar para Luis y que, si no hay internas, quieren ir por afuera con la lista 3”, dijo el radical. Algo que al hombre del PRO le costó creer. Pero…
El oficialismo en el Concejo sigue generando tensiones
Dicen muchos que persiste el malestar en el oficialismo en el Concejo Deliberante. El arranque del año había sido con discusión, el reparto de comisiones dejó enojos y el transcurrir de las sesiones lo expone aún más. Fue algo de lo que sucedió esta semana, tras la presentación del plan de metas del intendente Martín Llaryora en el legislativo. Después de ello, en la sesión subió la temperatura. Porque 'a lo Alfredo Casero', el concejal Diego Casado se levantó de la sesión y se fue tras una discusión con la presidenta provisoria del Concejo, la también peronista Natalia Quiñonez. Resulta que Casado quería manifestar su rechazo a un pedido de la izquierda para adherir a una marcha mundial por la marihuana, y aunque Quiñonez le advirtió que no estaba en el temario ese debate, Casado insistió con la no adhesión, se levantó del medio de la sesión y se fue. “Tratar temas como éste que le arruinan la vida a los pibes. La gente espera coherencia... ¡Me da escozor compartir banca con Concejales que apuestan al consumo de marihuana!”, dicen que se fue repitiendo Casado por los pasillos. Hay otros que aseguran que se le viene una licencia al ya lanzado a la carrera 2023 por la ciudad. Ah, dicen que hay enojo con otros dos peronistas: Pablo Ovejeros y Martín Córdoba, al frente de las comisiones de Desarrollo Urbano y Servicios Públicos, precisamente. “Hay proyectos en esas comisiones que no avanzan, los quieren más activos”, dijo un conocedor del Concejo.
Los rivales de Llaryora, de gira
En las últimas semanas hubo voces y posturas dentro del peronismo que se levantaron para que el intendente Martín Llaryora no tenga el camino tan allanado hacia la sucesión del gobernador Juan Schiaretti. Hace unas semanas, en esta sección se contó la conformación de Generación ‘X’, una agrupación de dirigentes sub-50 de la provincia que quiere muscular con nombres propios y no bajo el ala del titular del Palacio 6 de Julio. Y con ese objetivo, están haciendo más periódicas las recorridas por la provincia: hace unos días se fueron hasta Alejandro Roca a una fábrica dedicada a la molienda de maíz, y allí estuvieron, entre otros, intendentes como Facundo Rufeil (La Calera), Carolina Basualdo (Despeñaderos), Gastón Ré (Oncativo) y Marcos Torres (Alta Gracia); más los legisladores Victoria Busso, Juan Blangino y Julieta Rinaldi. Un movimiento aceitado que sigue de cerca el ministro de Gobierno, Facundo Torres, uno de los que está lanzado a la pelea provincial. En tanto, otra de las que va por el mismo objetivo es la diputada nacional, Natalia de la Sota, que pasó por Miramar y se tomó una fotografía con la estatua de su padre, el exgobernador José Manuel de la Sota. “Pasó por un consejito…”, tiró con picardía un peronista del este provincial.