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Retreat, viñedos y bodega

Vik Chile: lujo y exclusividad brillan bajo el sol

Un destino lujoso y exclusivo en la cordillera central, a 150 km al sur de Santiago: Vik Chile. El techo flotante construido en titanio cuando recibe los rayos del sol se convierte en un tributo dorado al nombre del lugar: Mallihue, ‘lugar de oro’ en mapuche.

Vik Chile
Impactante. Los viñedos de Vik Chile, un destino exclusivo del otro lado de la Cordillera. | CEDOC PERFIL

La ruta desde el aeropuerto de Santiago hacia nuestro destino, Vik Chile, es tediosa y el cansancio vence a los viajeros: todos duermen. Pero en un momento, el camino se vuelve angosto y entretenido; curvas y contracurvas; zigzags, subidas y bajadas, y todo en medio del verde apabullante de los sembrados y las arboledas.

“Estas son vides nuevas, aquello es frutilla, acá hay kiwi”… va relatando Sebastián, el chofer, hasta que en un momento señala a lo lejos y allá arriba, en una elevación sobre el valle, se ve brillar un edificio: es Vik Chile, el hotel totalmente recubierto de titanio, que brinda su homenaje al nombre del lugar, Millahue, “lugar de oro” (ver El porqué del titanio).

Llegar es comenzar a sorprenderse, sensación permanente los tres días de estadía. Uno tras otro los distintos ambientes, desde el living de ingreso; las 22 suites, con conceptos de diseño únicos, todas distintas entre sí y con colecciones de arte; el restaurante Milla Milla, bajo la batuta del chef Rodrigo Acuña Bravo; el jardín Zen interior, con sus bonsái gigantes (suena a oxímoron, pero así los llaman); la piscina infinity y su deck, con vista al cordón montañoso, y el spa de vino, todo sorprende. Somos un grupo de periodistas/viajeros en trance.

Vik Chile abrió sus puertas en 2014 y además del retrait (retiro, que le hace honor a la tipología), cuenta con la Bodega Vik y el Viñedo Vik, un conjunto de atractivos que, todos juntos y por separado, son una propuesta de alta gama, para quienes quieren, saben y pueden disfrutar de las mejores cosas de la vida.

¿Y quiénes son estos? Chilenos en su gran mayoría, que eligen pasar un fin de semana allí; estadounidenses; brasileños (particularmente paulistas y cariocas), y europeos. De hecho, nuestra estadía fue compartida con huéspedes de esos orígenes.

El lugar

El retreat Vik Chile y la Bodega Vik están emplazados en lo alto, en medio de un valle enclavado en la cordillera central chilena, con los Andes a poco más 80 km y el océano Pacífico a 72 km, lo cual ofrece una gama de ecosistemas a cual más conveniente para viñas y cultivos.

En materia de gastronomía, hay que estar atento y predispuesto a las sugerencias del francés Amaury Daron, supervisor de comidas y bebidas de Vik Chile, quien describe con profesionalidad las obras del chef Acuña Bravo.

En cada plato llegan los ingredientes más frescos de la zona, con prácticas como ‘del campo a la mesa’ o ‘kilómetro cero’, en menús que cambian diariamente y llevan a través de un viaje gastronómico, tan ricos por sabor como deliciosos por belleza de presentación.

Un equipo especialmente capacitado se encarga de cultivar aproximadamente 250 variedades de frutas, vegetales y especias orgánicas durante todo el año, en el huerto propio de Vik.

Qué hacer

El fitness center, que está ubicado a unos pasos del spa de vino, suma otra faceta en la experiencia de wellness. Este magnífico espacio cuen ta con equipamiento de tecnología avanzada y desde allí se aprecian amplias vistas panorámicas de la propiedad, más allá de la piscina infinity hasta la cordillera.

Esa experiencia wellness al aire libre contempla explorar los numerosos caminos para hiking (excursionismo), aventurarse en el running recorriendo los viñedos, cabalgar por la viña o hacer mountain bike atravesando los valles del viñedo.

Parte del press trip team lo hizo y lo calificó como una excelente experiencia, pero a juzgar por los resultados físicos me alegró no haberme sumado.

Otras actividades disponibles son paintball, asados y picnics en el viñedo y observación de aves.

Bodega Vik

Emplazada en medio del viñedo (400 hectáreas de un total de 4.000 hectáreas de la propiedad), la Bodega Vik se ve desde el retreat Vik Chile y admira el elemento arquitectónico primario, su techo translúcido de tela extensible diseñado por el arquitecto chileno Smiljan Radic en colaboración con Alex y Carrie Vik y su equipo.

La bodega fue pensada para causar el mínimo impacto ambiental en el entorno y su techo parece una enorme ala blanca suspendida sobre la estructura subterránea.

Se atraviesan los viñedos y al llegar a la bodega, asombra la presencia de una plaza de agua que con una suave inclinación, discurre hacia la construcción. Una instalación artística realizada con rocas del lugar acompaña las pasarelas.

Se puede creer que se trata solo de un elemento decorativo, pero en realidad tiene otros fines: la superficie líquida sirve para refrigerar la cava existente debajo, donde maduran los vinos en sus úteros de roble francés.

Al ingresar a la bodega comienza otra experiencia casi mística, guiados a través del complejo proceso de elaboración del vino. En el nivel inferior del hall de fermentación se conocen los grandes tanques de acero inoxidable mientras que, una larga hilera de columnas atrae la mirada hacia la cava maloláctica (donde fermenta la pulpa de las uvas) y la pared iluminada naturalmente, que se encuentra al final, en la sala de cata. Allí, la experiencia de la cata junto a un altar de piedra maciza, hace que el visitante se sienta levitar.

Las presentaciones sobre las distintas características y virtudes de los vinos del viñedo son un recorrido sensorial por distintos blends de Cabernet Sauvignon, Syrah, Carmenere, Cabernet Franc y Merlot, hasta llegar a la estrella de la bodega: el Vik 2012.

El porqué del titanio

El techo del hotel suma más de 2.000 chapas de titanio y visto de lejos se asemeja mucho al museo Guggenheim de Bilbao. Pero uno no le encuentra explicación a esa elección, hasta que pregunta. La razón es esta: el lugar donde está emplazado Vik Chile, en la región del Libertador O’Higgins, a 150 km al sur de Santiago de Chile, se llama Millahue que en mapudungun, el idioma mapuche, significa “lugar de oro”.

El propietario del hotel, Alexander Vik, un millonario noruego, quería que el techo de su hotel tuviera el brillo del oro.

En primera instancia, se pensó en chapas de cobre, el metal auténticamente chileno, pero luego fue descartado por cuanto no aguanta la intemperie y se oxida, se cubre de “verdín”.

Entonces, alguien le sugirió el titanio que, si bien es gris, cuando le dan los rayos del sol, adquiere brillos dorados. Y como el que tiene plata hace lo que quiere, allá fue a comprar el titanio en Japón y a contratar los expertos colocadores en España.

El resultado es el que se ve en las fotos, un impresionante edificio elevado sobre el valle con fuertes reflejos dorados cuando lo alumbra el sol. Por dentro, las chapas de titanio acompañan los distintos ambientes y sobresalen como alero de todas las habitaciones.

Datos

◆ Aéreos: Con LATAM, desde Córdoba, con dos frecuencias diarias a Santiago de Chile, la tarifa media es de US$ 197, precio final.

◆ Alojamiento: En temporada media (1 de marzo al 22 de abril), suite base doble, US$ 600 por persona por noche, con impuestos incluidos. Las tarifas incluyen: desayuno buffet, almuerzo con bebidas sin alcohol más una copa de vino La Piú Belle por persona (sólo para adultos), servicio de té en la tarde y cena con bebidas sin alcohol más una copa de vino Milla Cala y dos copas de vino VIK por persona (adultos únicamente), como así también todas las bebidas sin alcohol durante la estadía. Vik Chile: O'Higgings, Sexta Región, teléfono +56 9 5668 4853; reservas, [email protected] www.vikchile.com