Garry Matthews (46), un teórico conspiracionista británico que negaba la existencia del Covid-19, murió el pasado 12 de enero, luego de haber sido diagnosticado con la enfermedad infecciosa.
Según pudo conocer The Guardian, Matthews padecía aparentemente de asma, enfermedad crónica que pudo haber agravado su estado de salud cuando este ya padecía de coronavirus.
El hombre de 46 años se negaba a cumplir con las medidas impuestas por el gobierno británico para controlar la pandemia, incluido el distanciamiento social y el uso de tapabocas en todo momento.
Familiares cercanos lo caracterizaron como alguien tímido, que con los años se fue “descarriando” mediante el uso constante de las redes sociales. De allí devino, también, su falta de credibilidad hacia los medios de comunicación locales.
Algunos de sus colegas, también teóricos conspiracionistas, creen que su muerte estuvo asociada con un motivo mucho mayor. Aventuran que podría haberse suicidado bajo sus propios términos o, aún peor, el Estado se habría desecho de él.
En la cadenas que divulgaban a través de WhatsApp, indicaban que la vacuna contra el Covid-19 no es segura porque no ha habido sido probada lo suficiente.
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Otras afirmaciones falsas incluían el cambio de ADN de los destinatarios que eran inoculados y la desconfianza sobre la farmacéutica Pfizer, debido a demandas que había recibido en el pasado.
JFG