Tras escribir un libro sobre la vida de Máxima Zorreguieta, la periodista Soledad Ferrari quiso seguir indagando en las familias de la clase alta argentina y publicó "Las Blaquier" en 2012, donde se centró en los secretos de las mujeres del clan y del empresario Carlos Pedro Blaquier, dueño de Ledesma, el ingenio azucarero más importante del país.
En el mismo, se refería a como los Blaquier "colaboraron con la última dictadura militar" en un hecho conocido como "La Noche del Apagón", una serie de secuestros y desapariciones en la localidad de Libertador General San Martín, en Jujuy. Ahora, luego de las investigaciones que habrían hallado vinculaciones entre Carlos Pedro y la Escuela Argentina de Yoga (EYBA) -un caso sobre una presunta red de trata-, la escritora realizó una nueva edición, que publica Sudamericana (Penguin Random House).
Soledad Ferrari: "Carlos Pedro Blaquier murió impune a pesar de las pruebas en las causas que tenía"
Esta versión ampliada de "Las Blaquier" sigue la trama de las mujeres víctimas y victimarias, cómplices y transgresoras de la familia. ¿Qué rol tienen las mujeres de este clan capaz de los actos más siniestros? Tolerar traiciones y vejaciones con increíble estoicismo y exhibirse como objetos decorativos.
En esta biografía no autorizada también encontrarán relatos en primera persona de aquellas que dieron todo por sus hombres, y las experiencias de las más vulnerables, atrapadas en el mundo de la droga y de la prostitución, plantea el libro de Ferrari en su contratapa.
Las Blaquier: Capítulo 1, El Explotador
“Escucha siempre la voz de tu conciencia”. (Una de las máximas del código moral masónico a la cual pertenecía Carlos Pedro Blaquier).
“Si te gusta el lujo y la comodidad, no podés elegir con quién querés estar”, le dijo Mendy —Susana Mendielevich— harta de escuchar sus quejas a M.J.G. La joven no quería seguir acostándose con Carlos Pedro Blaquier, uno de los clientes más importantes de la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA), organización acusada de trata de personas, entre otros delitos.
Sentía náuseas, ganas de morirse, de huir, pero no sabía a dónde. Por el departamento de la calle Guardia Vieja del barrio porteño de Villa Crespo pasaba la crème de la crème del poder. Empresarios, políticos, gente que la podía aplastar como una cucaracha con solo dar una orden. La mujer era la preferida de “Azu”, así lo llamaban sus víctimas y los organizadores de este inframundo que durante más de veinte años habría quebrado la psiquis de muchísimas personas, a través de usurpación de bienes, explotación sexual y del ejercicio ilegal de la medicina, entre otros delitos. En noviembre de 2022, la Sala II de la Cámara Federal porteña aseguraron que los integrantes de la cúpula directiva de la secta “tenían como objetivo el desarrollo de diversas conductas ilícitas”.
Así fue como imputaron a Juan Percowicz, Alicia Arata, Luis Romero, Horacio Vesce, Jorge Novas, Pablo Heredia, Rosa Benítez, Hernán Rodríguez y Adrián Da Fonseca por distintas conductas constitutivas de delitos comprendidos en el Código Penal de la Nación, cometidos en el marco de sus funciones y responsabilidades dentro de la “clínica” que funcionaba bajo la órbita de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, prácticamente el segundo hogar de Blaquier.
La confirmación del fallo de primera instancia se resolvió por mayoría, con los votos de los jueces Martín Irurzun y Roberto Boico. Eduardo Farah votó en disidencia. El 7 de diciembre de 2023 los jueces Farah, Boico e Irurzun firmaron tres resoluciones que beneficiaron a los imputados en relación con el pedido de elevación a juicio oral que había hecho la Procuraduría de la Nación y de esta manera quedaron revocadas las prisiones preventivas y las domiciliarias. Es realmente sorprendente cómo el juez Farah expresa en una de las resoluciones la idea de que lo ocurrido se resume en un trato entre partes, como si las mujeres aceptaran gustosas ser prostituidas por los líderes que, por si fuera poco, las endeudaban constantemente. Solo caben tres posibilidades para que Farah haya llegado a esta conclusión: ¿será un inepto?, ¿fue amenazado?, o ¿tiene intereses relacionados con esta banda?
Investigación: La secta de Villa Crespo. Por qué repetir una tapa 30 años después
No obstante, la causa continúa en etapa de instrucción y todos los imputados están embargados y procesados. Las pruebas son contundentes y terroríficas, sin embargo, hasta el cierre de este libro para los jueces no son evidencia suficiente del daño que causó esta organización delictiva a las dos mil personas que pasaron por ella.
El ente nacional que investiga esta causa es el Ministerio Público Fiscal junto con la Procuraduría contra la Trata y Explotación de Personas de la Nación, PROTEX. *
El testimonio de una de las “mujeres” de Carlos Pedro Blaquier que se leerá en las próximas páginas es, a entender de los especialistas, un fiel reflejo de una persona que ha sido coercionada durante décadas, amenazada y quebrada en lo más profundo de su ser. Cuando la causa pasó sin pena ni gloria por los medios de comunicación en septiembre de 2022, a Blaquier se lo vinculó livianamente. Consumir prostitución en nuestro país no es un delito, pero sí es moralmente inaceptable que se haya abusado de mujeres jóvenes que habían ingresado a la secta en estado de vulnerabilidad a muy temprana edad, y que eran utilizadas como una simple mercancía cada día de sus vidas para exprimirlas como naranjas y lucrar con sus cuerpos.
Gracias a las ganancias que le dejaba el Ingenio Ledesma—el mega emporio que produce azúcar, cítricos, alcohol, bioetanol, energía, carnes, granos, papel e incluso insumos para la explotación del litio—, Blaquier habría invertido, donado dinero y pagado por estar con varias mujeres.
- Título: Las Blaquier
- Autor: Soledad Ferrari
- Editorial: Sudamericana (Penguin Random House)
* Cabe mencionar que hay personas que no se consideran víctimas, pero cuando la causa presenta determinadas características se actúa por protocolo.
FP / Gi