CULTURA
Narcolepsia - Diario Perfil

"Colibrí", de Raymond Carver

El poema aquí presentado, "Hummingbird" (dedicado su esposa, Tess Gallagher), fue escrito al final de su vida, cuando Carver sabía que estaba muriendo.

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Raymond Carver (1839 Clatskanie, Oregon – 1988, Port Angeles, Washington). | Wikipedia.org

En el Suplemento Cultura de Diario PERFIL, ofrecemos cada semana "Narcolepsia - Coordenadas para una aproximación a la poesía", y el elegido en esta ocasión es "Colibrí", de Raymond Carver:

 

a Tess

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Supongamos que digo verano,
escribo la palabra «colibrí»,
y lo pongo en un sobre
y la llevo colina abajo
hasta el buzón. Cuando abras
mi carta recordarás
estos días y lo mucho,
lo mucho que te quiero.

 

(Trad. Juan Arabia)

 

Raymond Carver (1839 Clatskanie, Oregon – 1988, Port Angeles, Washington) fue un poeta y cuentista estadounidense. Asistió a la Chico State University, donde estudió con John Gardner, y obtuvo su licenciatura en 1963. Al regresar al noroeste, tomó trabajos como conserje, trabajador agrícola y repartidor. Su primera esposa, Maryann Burk, también tuvo una serie de trabajos para apoyar a Carver cuando comenzó a escribir y, finalmente, a publicar aclamadas colecciones de cuentos como Will You Please Be Quiet, Please? (1976), What We Talk About When We Talk About Love (1981) y Catedral (1983). Carver además escribió de poesía, y en 1996 se publicó All of Us. Collected Poems (The Harvill Press), editado por su última esposa, la poeta Tess Gallagher.

Hacia 1987, en pleno auge de su carrera (era colaborador habitual del New Yorker y de la revista Poetry de Chicago, sus historias eran candidatas a premios como el Pulitzer o el National Book Award), Carver sufrió varias hemorragias pulmonares y se le detectó un tumor en el cerebro. Murió en agosto de 1988, a los cincuenta años. Su poemas, que persiguieron las cumbres y valles de lo autorreferencial y biográfico no deben confundirse, sin embargo, con la estela confesionalista de los años 60 de los Estados Unidos, de poetas como  John Berryman, Anne Sexton, Robert Lowell o Sylvia Plath. La poesía de Ray se aleja de los escollos de la mera sinceridad para establecer otro tipo de relación con el lector. No busca un pacto comercial, sino uno de mutualidad, no obstante muchos de sus credos poéticos podrían dar cátedra a los creativos publicitarios: “Put it all / Make use” (Mete dentro todo eso, / utilízalo).