Los años 90 irrumpieron en la vida económica, social y cultural de todos los argentinos. Desde el menemismo hasta la llegada de Fernando de La Rúa, el país atravesó triunfos y fracasos que desde el lente de la cámara podían ser retratados en una fotografía. Una foto que vale más que mil palabras.
La tarea de muchos reporteros gráficos que formaron y forman parte de la Editorial Perfil conllevaba fotografiar a la persona del momento, al personaje destacado y hasta al ciudadano común que caminaba las calles porteñas. José Luis Cabezas, reportero gráfico de la revista NOTICIAS fue víctima del más brutal crimen contra la libertad de prensa sucedido en democracia. Cabezas era uno de los fotógrafos más emblemáticos de esta época y sus fotografías reflejaban el estilo de querer marcar la diferencia.
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La vida de políticos y celebridades estuvo en el foco de la cámara y la construcción de la imagen era el estilo que caracterizó a la fotografía de los 90. La preproducción era el secreto de los montajes para conseguir la mejor foto de presidentes, gobernadores, ministros y/o celebridades. Se llevaba al set, donde se iba a tomar la foto, todo tipo de materiales: mesas, sillas, adornos, telas y telones, almohadones y más. Incluso, todo tipo de luces necesarias.
La búsqueda en todo sentido que caracterizó el ambiente nacional en los años 90 acompañó a fotógrafos y reporteros gráficos de revista Noticias, Caras y diario Perfil en cada oportunidad de fotografiar un entrevistado. Entre los reporteros gráficos se destacan Mariano Solier, Marcelo Escayola y Marcelo Aballay, que actualmente continúan trabajando en la Editorial y en su trabajo de campo, han vivido experiencias que marcaron un estilo único en la fotografía de los años 90.
En una entrevista para Perfil.com, Mariano Solier se presenta como reportero gráfico de Editorial Perfil. Actualmente, se encuentra en el área de edición fotográfica de la Editorial como Editor y Jefe de fotografía desde 2005. Considera que el estilo de la fotografía siempre fue muy definido e incluso comenta que la inspiración del equipo surgía de revistas extranjeras:
“Teníamos como parámetros a Life, Veja en Brasil, a revistas de grandes reportajes, en las que se utilizaban muchos equipos de luces para hacer exteriores, incluso, para trabajar en la calle o trabajar en estudios improvisados como oficinas de políticos, de ministros, de gobernadores. Siempre se utilizaban fondos y equipos de luces de manera tal de casi modificar la situación natural a la que estábamos acostumbrados”.
Marcelo Escayola es camarógrafo de Net TV y uno de los que admiraba el escenario fotográfico que se elaboraba en los años 90: “Hay una foto de Cabezas emblemática que a la señora Mirtha Legrand la tiene con un fondo manchado y pintado, bueno, el living de Mirtha Legrand dudas de que tenga buen gusto, que sea bonito, que tenga, no. El living estaba perfecto. Lo que pasaba, buscaban sacarla a Mirtha Legrand de ese contexto y ponerla en otro, en otro contexto”.
Marcelo Aballay comenzó a trabajar en la Editorial Perfil en 1990 y recuerda al fotoperiodismo como una tarea sin límites: “No hay límites en lo conceptual, pero siempre hay un límite técnico, pero básicamente no, podes hacer cualquier cosa”.
Una idea transversal que los une es la convicción de considerar a la fotografía como una herramienta para contar una historia. Un fotógrafo que vive y cuenta a través de la mirada del lente.
