CULTURA
Testamento en disputa

La Cámara de Apelaciones revocó la exclusión del marido de Beatriz Sarlo de su herencia y apartaron al juez a cargo

Alberto Sato el marido de la ensayista, estaban separados sin divorcio desde hace más de 50 años. El encargado del edificio donde vivía la escritora había presentado un testamento ológrafo donde aseguraba que le correspondía el inmueble.

Beatriz Sarlo
Beatriz Sarlo | Cedoc Perfil

La Cámara Nacional de Apelaciones revocó la exclusión del arquitecto Alberto Sato de la sucesión de los bienes de la escritora Beatriz Sarlo, algo que había solicitado el abogado del encargado de edificio Melanio Alberto Meza López.

Además de esta vuelta atrás, se dio intervención a la Procuración General de la ciudad de Buenos Aires, a cargo del doctor Martín Ocampo y decidieron apartar al juez Carlos Goggi, a cargo del Juzgado Nacional 91. Ahora queda esperar a que se sortee un nuevo juez en cuanto la resolución quede firme, antes del comienzo de la feria judicial.

Carta de Beatriz Sarlo
La presunta carta de Beatriz Sarlo a su encargado.

Meza López reclama la herencia del inmueble de la escritora, ya que contaba con un texto escrito por ella que presentó como testamento ológrafo. “El marido sería heredero forzoso, pero como estaban separados de hecho, se lo puede excluir (como ocurrió) por la reforma del código del 2015. Así, quienes se crean con derecho a poder solicitar esa herencia, inician el sucesorio y el testamento ológrafo va por esa senda”, había explicado la abogada especialista en sucesiones María Laura Lazzara, titular de Abogando Familias, a Mariano Casas Di Nardo, para Noticias.

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“Igualmente no alcanza con que exista el documento, debe pasar pericias caligráficas y comprobarse con otros elementos si esa era efectivamente la voluntad de la persona, en este caso, Sarlo. En los textos que vi, no está del todo claro que ella quisiera transferirle el dominio del departamento a Meza. Más bien parece que le pedía que lo cuidara”, agregó la letrada.

Beatriz Sarlo: su patrimonio en juego

Hasta el momento son tres las partes que pugnarán por el patrimonio de la autora: el marido, el encargado y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires. De acuerdo a lo detallado por La Nación, para la Cámara el juez Goggi no le dio chance a Sato de ejercer su derecho a la defensa.

Sato y Sarlo se casaron en 1966 y se separaron en la década de 1970, pero nunca se divorciaron (el divorcio se legalizó en Argentina en 1987). Desde la década de 1980, la ensayista estuvo en pareja con el cineasta Rafael Filippelli. El vínculo entre la escritora y Sato se mantuvo, pero en carácter de profunda amistad.

El testamento que reclama Meza López es “falso”

El abogado de Sato, Agustín Lipovsek Albores, pidió el apartamiento de Goggi de la causa y sostiene que lo presentado por Meza López es “falso e inexistente”, como consigna el medio La Nación. Mientras tanto, una de las grandes preocupaciones es el resguardo del archivo y del legado y derechos de autor de la intelectual, ya que por el momento el encargado tiene las llaves y el acceso a gran parte de sus pertenencias.

Las alertas se encendieron luego de que un vecino del edificio de la calle Hidalgo dijera que Meza López le había prestado un libro de la biblioteca de Sarlo, que debería estar en custodia judicial.

Polémica por la herencia de Beatriz Sarlo: el encargado del edificio donde vivía reclama su departamento

Antes de morir, la ensayista pidió expresamente que su archivo fuera al CeDInCI (Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas), y sus amigos cumplieron con esa voluntad. “El departamento sirve para el morbo. Se habla de su marido Alberto Sato, quien durante los últimos años fue su gran amigo, y del encargado, pero lo que preocupa es qué va a pasar si alguien quiere publicar, traducir o reeditar algún texto de Beatriz Sarlo", sostuvo David Oubiña, crítico literario, investigador y uno de sus colaboradores más cercanos, en diálogo con Noticias.

"El portero no es heredero de sus derechos de autor. Si el juez le da el departamento, no garantiza la preservación del legado. Sylvia Saítta, la verdadera albacea, debería administrar esos bienes. Nadie quiere hacer dinero con el departamento. Lo único que queremos es garantizar su legado”, concluyó.

RB/ff