CULTURA
novedad

Quentin Tarantino, del cine a la novela

Anunciada para junio de este año, la novela “Once Upon a Time in Hollywood”, del director estadounidense, gracias a la filtración en la web del texto completo se puede leer y hablar de ella sin tener que esperar tanto.

20210327_quentin_tarantino_novela_cedoc_g
Sorpresa. La editorial estadounidense anunció la salida del libro para junio de este año, pero ya se filtró en la web, reproduciédnose a granel, un PDF. | cedoc

Este espacio debía ocuparlo una reflexión sobre Swann, el personaje de En busca del tiempo perdido de Marcel Proust. Pero, como todo lector del siglo XXI, pandemizado, tabicado en la conexión web, otras lecturas aparecen, imprevistas. Por caso, el jueves pasado, al atardecer, encontré un link en internet a un archivo en formato PDF, el mismo permitía leer on line las 416 páginas de Once Upon a Time in Hollywood (Érase una vez en Hollywood), la novela de Quentin Tarantino, en inglés, escrita a partir de su film de 2019, que obtuvo diez nominaciones y dos premios Oscar, entre muchos otros galardones. Esta novela será publicada, así lo anunció la editorial Harper Collins, en junio de este año. Como en un chiste de la extensa filmografía de Tarantino, surgió el razonamiento infalible: “Esto es como encontrar un dólar de plata en la vereda, ¿quién no levanta un dólar de plata tirado en la vía pública?”. De ahí la siguiente experiencia de lectura, que trata de dilucidar cómo un guionista y director de cine se convierte en novelista.

Debemos comenzar con una mirada piadosa sobre el género novela que invoca el autor para cometer este gesto impreso, así lo señaló en varias entrevistas. Se refiere a las novelas sobre un éxito de taquilla, “películas noveladas”, que en su infancia/adolescencia frecuentó. A la vez, este es un recurso que va más allá del homenaje, los lectores llevan en su memoria la versión fílmica asociada a la carnadura de los actores. Esto implica que no sean necesarias descripciones detalladas de cada uno, así como reflexiones extensas por los ambientes o circunstancias. En términos literarios, Once Upon a Time… no es producto de un tributo a Faulkner, mucho menos a Wiliam Styron. En términos comparativos, se trata de la deriva de un guión, más o menos teatralizado, con otra distribución de escenas más la inclusión de subtramas y anécdotas.

Texto de acción, donde se confrontan los pensamientos de los personajes con el imperativo de tomar siempre alguna decisión, el eje narrativo es Cliff Booth (en cine: Brad Pitt, Oscar al mejor actor de reparto), mientras que su “jefe”, y de quien es doble de acción, Rick Dalton, oficia como sombra cómplice. El gesto de Tarantino ofrece una primera conclusión: el film debió centrarse en Cliff, tal vez así habría adquirido el carácter de obra de arte universal, su Rosebud. Esta centralidad se condensa con la obsesión de Cliff por la obra de Kurosawa, más las descripciones del asesinato de su esposa, de cómo ser un héroe de guerra le permitió desenfundar su arma ante mafiosos y quedar impune; y hasta qué era lo que enfrentaba Bruce Lee en esa pelea del film: Cliff era un asesino, un hombre que mató en la guerra, no peleaba contra el actor ícono de las artes marciales, lo hacía contra su pulsión por matarlo. O quizás, no hay regreso luego de matar.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Pero, ¿cuál es la clave del escritor Tarantino? Esta novela atrapa al lector, lo lleva a esa experiencia de manipulación infantil por la que no se puede dejar la lectura. Y el tono es esa clave, puesta en práctica por el actor Quentin cuando narra un chiste en la barra de un bar mexicano en El Mariachi 2 (1995), de Robert Rodriguez. Escribe con esa locuacidad e intensidad, a tal punto que luego de pasar una noche leyéndolo, su amistad cómplice reclama cierto sacrificio por tanta centralidad. Es como quedar encerrado durante horas en un ascensor con la reencarnación de Lenny Bruce. Y es aquí donde del chiste se pasa al homenaje, con las claves de una historia que forma el andamiaje teórico del director de cine.

Más aún, la estructura narrativa en que aparecen las referencias culturales remite a otro personaje, Chili Palmer (John Travolta) en Get Shorty (1995), dirigida por Barry Sonnenfeld. Allí el locuaz Chili, mafioso deslumbrado con Hollywood, articula toda su visión sobre el cine con meticulosas preferencias. El guión se basa en la novela homónima del genial Elmore Leonard. Entonces, ¿Leonard predijo al Tarantino novelista? Es muy probable, de la misma forma en que Cliff Booth es una proyección histórica de otro personaje interpretado por Brad Pitt, el sargento Aldo “el Apache” Raine de Bastardos sin gloria (2009), homenaje de Tarantino a un actor que en este libro aparece redimido: Aldo Ray. Héroe de guerra, actuó junto a Humphrey Bogart en una comedia conocida como No somos ángeles (1955). El alcoholismo y la bancarrota llevaron a Ray a una decadencia que opacó a un heroísmo hoy imposible. Tarantino deja esa estela de reflexión como tristeza, o puntos suspensivos para un final americano: peor que ir a la guerra, la postguerra nos ha quitado todo, hasta la esperanza.