CULTURA
un mecenazgo cabal

Sobre las políticas de la amistad

Siendo parte de una sociedad en la que el Estado tiene escaso –aunque más preciso sería decir nulo– interés por la promoción de las artes, es un hallazgo que la fundación PROA presente obras representativas de la escena local de los noventa hasta hoy tomando como material las colecciones privadas de Gustavo Bruzzone, Alejandro Ikonicoff y Esteban Tedesco. La muestra es un ejemplo de lo que se puede conseguir bajo el mecenazgo. Galería de fotos

Variedad estilística. La muestra implica un verdadero desplazamiento temporal, una toma de perspectiva y de partido por estéticas fascinantes y reactivas entre sí.
|

El famoso “Amigos míos, no hay amigos” de Aristóteles y el final de Lysis o de la amistad de Platón (“parece que no hemos logrado definir lo que es amigo”) son los puntos de partida (deconstructivos, claro está) para que Jacques Derrida piense en una paradoja que entraña las nociones modernas de la política occidental. En igualdad, libertad y democracia, los conceptos a los que hace mención, están implícitos y son solidarios con una idea de fraternización del género humano. Sin embargo, el vínculo fraterno, como la versión más perfecta de la amistad, nace y subsiste como un indeterminado a lo largo de la historia del pensamiento occidental. Poco se dice de esta exigencia, cuya figura central es el amigo y el enemigo, su contrario. Sobre estos términos, diacrónicos y antagónicos, sostiene su tesis en Políticas de la amistad, ese desbordante y poco ortodoxo ensayo de 1994. ¿Y por qué no seguir intentando definir la amistad, aún a riesgo de no lograrlo y para otros fines que no sean “los estandartes de la sociedad”? Porque en la muestra Algunos artistas / 90 - HOY, que se exhibe en Fundación Proa, hay muchas posibilidades de entenderla sobre la base de la amistad, menos como sentimiento (aunque un poco sí) que como una política de vasos comunicantes que va dando cuenta de una época, de un sistema de producción y, sobre todo, de una forma de coleccionismo. De eso se trata en principio: son obras (algunas) de tres coleccionistas. Gustavo Bruzzone, Esteban Tedesco y Alejandro Ikonicoff tienen una sala para exhibir el arte argentino que estuvieron comprando durante las últimas décadas y su curador para cada uno. Rafael Cippolini para el primero, Ana Gallardo se hizo cargo del segundo y Cecilia Szalkowicz y Gastón Pérsico hicieron lo propio con el tercero. El título de la muestra traza una genealogía y es un guiño a la que se inauguraba en 1999 en la galería del Rojas: Algunas obras de la Colección Bruzzone. Un recorte del arte de los 90.

Porque sin esta explicación y con lo contundente que parece ser el dispositivo que le da sentido a la muestra, el vínculo fraterno que enlaza coleccionista con artista, Algunos artistas podría ser tenido como vago y sin gracia. Y justamente no lo es porque ya los años 90, y lo que vino después, son material de la historia del arte. Creemos demasiado en nuestra contemporaneidad con esos tiempos, pero hemos dejado de serlo. El Rojas, que está en el origen de todo para que luego venga Belleza y Felicidad y un poco después Appetite (sin tanta contundencia como los anteriores), son lecturas de ese pasado. Porque siempre el pasado es una construcción de presente y es inútil pensar que esos proyectos se tenían a sí mismos como conscientes de un lugar en la historia. En todo caso, sería redundante porque las colecciones como la de Bruzzone, por ejemplo, que fue hecha en simultáneo con el arte que coleccionaba, completa la falta de homogeneidad de estéticas y coagula, en ese caos organizado que es lo que vemos, un posible proyecto que no importa si estaba o no en el Rojas de su momento. Por otra parte, Tedesco modula otros pactos y eso se nota en su colección. Una suerte de mecenas moderno, algo muy complicado en un campo cultural que siempre exhibió las formas del siglo XIX para estos ejercicios (pensemos en la revista Sur), Gallardo es la primera en explicitar esta función en la que el coleccionista es un amigo que da una mano para la tarea del artista. Ikonicoff nos acerca el presente y quizá al futuro. Al menos de una forma de ser coleccionista. Que tiene algo de aventurero y de vidente.

 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Algunos artistas / 90 - HOY
Fundación PROA
Curadores: Rafael Cippolini, Ana Gallardo, Cecilia Szalkowicz et Al.
Av. Pedro de Mendoza 1929, La Boca