La provincia de La Rioja se prepara cada febrero para recibir una de las fiestas más esperadas: “La Chaya”. El festejo se origina en una leyenda precolombina que combina una historia de amor no correspondido con la necesidad de tener lluvia para los cultivos. Los Diaguitas cuentan que Chaya era una bella mujer originaria, que se enamoró de Pujllay y al no ser correspondida se marchó a la montaña. Fue tan alto a llorar que se convirtió en nube. La tradición indica que la dama vuelve con cada luna de febrero, Cháya en idioma quichua significa “agua” y Pujillay “jugar, alegrarse”.
La principal fiesta popular de la provincia norteña se puede apreciar en barrios y pueblos, la gente sale a las calles se tiran harina, albahaca, y beben vino para celebrar esta tradición ancestral que se mixtura con la celebración del carnaval.
La Fiesta de la Chaya 2020 contó con la presencia de músicos consagrados de nuestro país como Abel Pintos, Luciano Prereyra, y Los Palmeras entre otros, con unas 11 mil personas que colmaron el Autódromo Provincial cada noche. Además de la celebración oficial la fiesta de La Chaya se puede disfrutar en diferentes peñas riojanas. Una de las más numerosas y tradicionales es la de Rancho Alegre de Pino Romero (video) donde alrededor de 1500 personas en un ambiente familiar participaron de este gran evento, y además sirvió para que un centro de discapacitados de La Rioja reciba como donación todo lo recaudado.
La Rioja es un destino turístico no tan conocido por los viajeros argentinos pero cuenta con atracciones y lugares sorprendentes y poco explorados como El parque geológico de Sanagasta, el Monumento Histórico Nacional Cable Carril, y en Chilecito los viñedos y olivares, principal explotación agrícola de la región.
El Cable Carril es un antiguo sistema de transporte adaptado para extraer minerales desde la cumbre del Famatina hasta a la ciudad de Chilecito. Con unos 35 kilómetros de extensión y 9 estaciones funcionó entre 1904 y 1926 y es considerada una obra maestra de la ingeniería, enclavada en un entorno montañoso único.
El parque geológico Sanagasta brinda la posibilidad de estar en contacto con nidadas, plantas y restos de dinosaurios con una antigüedad de entre 65 y 95 millones de años. Un espacio único y de gran valor educativo.
Los viñedos y olivares son parte ineludible de cualquier circuito turístico en La Rioja, donde se destacan las aceituna de gran calidad y los vinos como el Torrontés, ya un clásico de las bodegas riojanas.