Villa Epecuén es un pueblo turístico en ruinas, ubicado en el partido de Adolfo Alsina, provincia de Buenos Aires, que fue fundado en 1921 a orillas del Lago Epecuén, y que llegó a tener 1500 habitantes y la visita promedio de 25 mil turistas por verano hasta la tragedia de su inundación, en 1985.
La tragedia comenzó con esa inundación, provocada por una crecida del lago y sumergió a la ciudad completamente bajo el agua, obligando que se evacúe casi toda su población. En los últimos años, el agua comenzó a retirarse, dejando a la vista las ruinas de la ciudad, que se han convertido por sí mismas en un atractivo turístico.
Con un promedio de hasta 10 veces más alto de lo normal en sales, el lago no sólo fue un atractivo sino un lugar que cuando fue descubierto por un científico derivó en tratamientos para curar enfermedades, similares a lo que sucede con el Mar Muerto ubicado geográficamente entre Israel, Palestina y Jordania.
Esta localidad del Partido de Adolfo Alsina es reconocida también por los pintados atardeceres sobre el Lago Epecuén, “una postal sorprendente” para locales y turistas y un escenario ideal para maravillarse con la tercera colonia de flamencos más grande de América junto a otras aves playeras.
El lago Epecuén fue descubierto por mapuches y tehuelches, que llegaron a conocer sus ciclos de inundación y sequía. Pero luego de la Campaña del Desierto, un químico analizó sus aguas y descubrió sus particularidades recomendando su explotación comercial. Así es como se construyeron los ferrocarriles hasta Carhué, una ciudad situada a 7,3 km de Epecuén.
Descanso saludable en el Lago Epecuén
En los años 70' comenzó un período de sequía que preocupó a los habitantes de la zona, que en su mayoría vivían del turismo por el lago. Por eso es que se realizaron obras para que no desapareciera el lago, aunque años después, con el deterioro de la dictadura y la siguiente hiperinflación, dichas obras fueron dejadas de lado y terminaron siendo aún peor, causando una inundación que todos sus habitantes esperaban ante la inacción del Estado.
Tras su inundación, el agua fue bajando y dejó lo que se ve en la actualidad: ruinas de una ciudad que sigue siendo un atractivo turístico. Carhué pasó a ser la ciudad principal de la zona donde se pueden conseguir alojamientos para ir a las ruinas de Villa Epecuén.
J.D. / C.P.