El cuadro La Gioconda, también conocido como Mona Lisa, es una de las atracciones más emblemáticas del Museo del Louvre, en París. Dicha pieza fue atacada el pasado domingo 30 de mayo, por un hombre que accedió al lugar en silla de ruedas e intentó ensuciarla arrojándole una porción de torta. Afortunadamente, la obra de Leonardo Da Vinci no sufrió daños, debido a que el pastel chocó contra el vidrio que la protege.
Este hecho se volvió viral rápidamente, luego de que los turistas que estaban en el lugar publicaran en sus redes sociales imágenes de lo sucedido. En los videos que circulan se puede ver al hombre abandonar la silla de ruedas para realizar este acto de vandalismo.
Luego de que el hombre arrojara la porción de torta hacia la pintura, la policía actuó inmediatamente, y lo detuvo. Se cree que el acto se llevó a cabo con el objetivo de dar un mensaje ecologista, de hecho, cuando lo detuvieron, el hombre gritó: “Piensen en la Tierra, hay gente que está destruyendo la Tierra. Todos los artistas piensen en la Tierra. Por eso hice eso”.
Un hombre le arrojó una torta a la Gioconda este domingo en el Museo del Louvre
Lo cierto es que la Mona Lisa, que tiene un valor estimado de 2.500 millones de dólares, no sufrió ningún daño gracias al llamado “vidrio de diamante”, que protege el lienzo. Estos cristales comenzaron a aplicarse en las obras exhibidas en el Louvre a partir del año 1907, luego de que una mujer le clavara un cuchillo a una obra de Ingres, en nombre del anarquismo.
Otros ataques a La Gioconda
Este no es el primer ataque sufrido por La Gioconda. En el historial de esta obra maestra se registran múltiples hechos de vandalismo.
- En agosto de 2009, una turista le lanzó una taza de té, que se rompió al chocar contra el vidrio protector.
- En 1974, mientras estaba expuesta en el Museo Nacional de Tokio, una mujer usó un spray rojo para atacarlo, pero no llegó a dañar el cuadro.
- En 1956 sufrió dos ataques: en el primero, un hombre le lanzó ácido, dañando su parte inferior y, a fines de ese año, un pintor boliviano tiró una piedra contra el óleo, provocando un ligero daño.
- En 1911, el cuadro fue robado por un hombre llamado Vicenzo Peruggia y fue recuperado luego de dos años porque el ladrón había escondido el lienzo en su departamento, hasta que se puso en contacto con la Galería de los Uffizi de Florencia, con la intención de venderlo.
MAR / fl