Si Will Smith creyó que las consecuencias de la cachetada que le pegó a Chris Rock la noche de la entrega de los Oscars se disiparían con el correr de los días, se equivocó. Porque las esquirlas de esa explosión todavía siguen demandando páginas y páginas de chismes y rumores.
En principio, además de pedir disculpas a todos, renunció a ser parte de la Academia. Lo que no significa renunciar al Oscar que ganó por su actuación en “Rey Richard”. No se sabe qué decisión tomará la Academia que prometió pronunciarse el 18 de abril sobre el incidente y ya había anunciado que habría graves consecuencias tras este hecho.
Netflix, por su parte, archivó el proyecto que tenía para filmar con el actor la película “Fast & Loose”. El film no tiene director por ahora, y la situación que se planteó en el escenario de los Oscars ha puesto la idea en punto muerto. Lo mismo sucede en otras productoras con otros proyectos pendientes Will Smith.
Es importante aclarar que Smith es una de las estrellas más taquilleras de Hollywood, con éxitos insuperables como The Fresh Prince of Bel Air (en televisión), Día de la Independencia, Hombres de negro, Hitch, Alí, Seis grados de separación. Sus películas tienen ganancias millonarias. Y él ostenta la rara condición de gustarle a todo el mundo, gente de todos los géneros, edades y razas.
El tema de la cachetada genera “clicks” en las páginas web y eso impide que muera. También, y no es un punto menor, la cuestión de la violencia nos atañe a todos. Cuando las estrellas encarnan alguna disyuntiva ética que el público comparte en su propia vida, la viralidad está asegurada. ¿Perdonará el mundo a Will Smith? ¿O esta cachetada es el principio del fin de su carrera? Por ahora, la novela continúa.