Fue sólo un instante, pero caló hondo en los que azarosos advirtieron su presencia. La imagen impactó y, rápidamente, despertó el fastidio de varias voces cargadas de dolor. El VW Vento, patente FQN 246, estacionó en la esquina de avenida Triunvirato y la calle Nahuel Huapi. Tratando de pasar inadvertido, cubriendo su rostro con una chalina y anteojos oscuros, bajó José María Aguilar, el ex presidente de River más buscado por el pueblo Millonario.
De manera solitaria, enfiló hacia la puerta de la escuela pública Nº 6 Coronel Olavarría, dispuesto a cumplir con el deber cívico de votar en las elecciones porteñas. Con un libro en mano y campera color marfil entró al establecimiento tratando de negar ante PERFIL su identidad: “Yo no soy Aguilar”, respondió. Tras la insistencia admitió ser quien es y se disculpó por no querer hablar: “Perdoname, sólo vengo a votar y no doy entrevistas”.