La novela de Mauricio Caranta sigue provocando un escándalo tras otro en Boca. Hoy, el arquero llegó hasta Tandil para sumarse a la pretemporada del plantel. Sin embargo, y pese a que se apareció con un escribano, ni siquiera le fue permitido ingresar al hotel donde sus compañeros concentran, por lo que podría considerarse despedido.
Tras fracasar ayer las negociaciones para su traspaso a Vélez o Lanús, la idea del "uno" era retomar los entrenamientos con la primera boquense. Sin embargo, la orden del DT Ischia fue terminante: "A Caranta lo quiero lejos del plantel", dicen que dijo tras conversar del tema telefónicamente con el flamante manager del club, Carlos Bianchi.
Fue por eso que, en una actitud insólita, la dirigencia de Boca no sólo impidió al futbolista entrenarse con los profesionales, sino que incluso decidió hacer emprender el regreso a los jóvenes de la cuarta y la reserva que venían entrenándose también en Tandil, cuya vuelta estaba prevista en principio para el 29 de enero.
La idea de los dirigentes era que Caranta, quien tiene aún dos años y medio de contrato con la institución, siguiera entrenándose con los juveniles en Buenos Aires. Sin embargo, el arquero hizo saber que de ningún modo aceptará esa oferta, y amenazó con considerarse "injuriado y despedido" si no se le permite trabajar con los profesionales.
Antes, por supuesto, Caranta se preocupó por dejar bien certificado cómo se le negaba el derecho a participar de la práctica del plantel superior, para lo que concurrió al predio donde los xeneizes realizan la pretemporada. Una vez allí, fue interceptado por el encargado de seguridad del club, quien le prohibió el acceso. Pero esto no fue todo.
Ya en el hotel donde descansa la delegación, efectivamente, una vez más el paso le fue impedido al cordobés, quien, luego de hacer labrar la correspondiente acta al escribano que lo acompañaba, volvió a Buenos Aires dispuesto a considerarse despedido y poder negociar libremente su ingreso a otra entidad. Sin dudas, un nuevo lío en puerta para los dirigentes de Boca... y para Bianchi.