Si el plantel de Olimpo se tuviera que jactar de la mayor virtud que exhibió durante el Apertura que ganó, sin duda sería la eficacia: tiene la delantera más goleadora y al mayor anotador de la categoría. Por eso, que el equipo de Bahía Blanca haya convertido 36 tantos, y que la mitad lleven la firma de Ismael Blanco, no es un detalle menor en este plantel que se quedó con el título del Nacional B. Claro que, por lo general, para que los delanteros marquen goles necesitan compañeros que colaboren con la causa. Bien, en Olimpo esa responsabilidad recayó en Silvio Carrario, el jugador que a los 35 años abandonó el área para ponerse la camiseta de asistidor.
Con simpleza, explica el Tweety: “Olimpo es un equipo muy sólido, que tiene una efectividad tremenda: cada vez que llega convierte”. Y describe su nuevo rol dentro de ese esquema eficaz: “Como es un equipo rápido, muy vertical, con dos carrileros y dos número cinco, no hay un tipo que haga la pausa, que haga de enganche, y yo me tiro unos metros más atrás y soy el que tiene que habilitar a mis compañeros.”
–Lo sacaste goleador a Ismael Blanco. ¡Te debe por lo menos un asado...!
–Sí, esta mitad de año tiene más goles que en todos los años que jugó en Primera.
–Lo curioso es que vos hiciste sólo dos goles.
–Pero ya estoy acostumbrado. En los últimos años pasé a cumplir más funciones: puedo ser un delantero con muchos goles o, si me piden, jugar más retrasado. No tengo problemas. En ese sentido, soy un jugador completo. En Olimpo cumplo con lo que me pide Madelón: que haga la pausa, que le de orden al equipo.
¿Qué retiro? Aunque Carrario viene rindiendo muy bien y tiene contrato con Olimpo hasta junio del año que viene, ya cumplió 35 años y el alejamiento del fútbol es un espectro que empezó a merodear por su carrera.
–¿Supongo que es un tema que estarás pensando?
–Hace unos días me preguntaron si me retiraba, y yo dije que primero quería salir campeón. Ahora ya está, salí campeón, pero estoy muy bien, y no creo que me retire. Tengo cuerda para rato.
–Además si Olimpo asciende, seguir es más tentador.
–Lo que pasa es que jugar al fútbol me gusta mucho. Cuando vea que no pueda más, me voy a retirar. Pero tuve un año muy bueno en Quilmes, hice siete goles y ocho asistencias, y en Olimpo le fui muy útil al equipo, y la verdad, sentí que jugué un gran campeonato.
¿Qué homenaje? Hace trece años que Carrario debutó en Central Córdoba, y desde entonces pasó por trece clubes: un promedio exacto de un equipo por año. El Tweety explica que eso de hacer una carrera algo dispersa es una ventaja, porque al tener el pase en su poder, tiene la posibilidad de escuchar ofertas y firmar con el club que más le conviene.
–¿No sentís que te perdiste cosas, como que te identifiquen con algún club?
–En Chacarita me quieren, en Quilmes también, en Argentinos Juniors tuve una gran campaña, en Talleres de Córdoba tengo reconocimiento. Y acá, en Bahía, aunque esta temporada hice pocos goles, reconocen que cumplí otra función.
–Después de haber pasado por tantos clubes, ¿quién te va a organizar el partido de homenaje cuando te retires?
– No quiero partido homenaje porque soy jugador y voy a morir siendo jugador de fútbol.