La solución estaba en el banco. Y es que eso fue para Rosario Central el ingreso en el reinicio del partido del juvenil Di María, quien ya en su primera intervención anticipó la gran actuación que tendría estableciendo el 1-1 en un partido que Quilmes ganaba increíblemente al término del primer tiempo, y en el que los rosarinos terminaron imponiéndose por 4-2 en tiempo de descuento gracias a una intervención de otro jugador que había arrancado como suplente: Paulo Wanchope.
También en el banco, efectivamente, estaba el delantero costarricense, autor en tiempo de descuento de la jugada que permitió a Marco Ruben marcar el segundo de su cosecha personal y liquidar un encuentro al que otro reemplazante (De Porras) puso cifras definitivas, luego de que Ibáñez -también ingresado en el segundo tiempo- estableciera el transitorio 2-2 para Quilmes.
Le duró poco la alegría al “cervecero”. Apenas 10 minutos del segundo tiempo bastaron, en efecto, para que Central consiguiera dar vuelta el marcador, en un escenario donde los quilmeños solamente lograron imponerse dos veces en la historia: en 1978, cuando un golazo de Jorge Gáspari les permitió vencer por 3-2 y lograr su único título en Primera del profesionalismo, y en 1982.
Claro que, si era una sorpresa que los dirigidos por Pogany ganaran, ello no sólo tenía que ver con lo que marcaba el historial, sino fundamentalmente con el pésimo andar del equipo en este torneo Apertura en el que, increíblemente, habían logrado salir de zona de descenso directo el domingo pese a caer como locales frente a Banfield.
Esa supuesta mejoría en la crítica condición de los sureños no era sin embargo tal, ya que apenas obedecía a las recientes derrotas de Godoy Cruz y Nueva Chicago. Y por ello, sorprendió a todos en el Gigante de Arroyito que los visitantes se fueran al descanso ganando por 1-0, gracias a un gol marcado por el juvenil delantero Rodrigo Soria (la figura de la primera etapa) tras un córner y un mal rechazo de la defensa centralista.
Tan solo 30 segundos del segundo tiempo tuvieron que pasar, no obstante, para que el recién ingresado Di María marcara el empate y anunciara su buena faena personal al conectar un centro de Alemanno. Poco después, el propio Di María realizó una gran jugada para que Ruben pusiera el 2-1. El triunfo de los "canallas" parecía inevitable, pero Quilmes logró empatar transitoriamente a través del tucumano Carlos Ibáñez, quien poco antes de su gol había ingresado por Rusculleda.
Ya en tiempo de descuento, “La Cobra” Wanchope justificó los pedidos de los hinchas de Central para que el técnico Gorosito lo incluyera realizando una electrizante jugada, que Ruben nuevamente aprovechó para poner el 3-2 y liquidar un partido al que todavía le faltaba el gol de otro jugador ingresado en el segundo tiempo: De Porras. Como para demostrar que, efectivamente, la solución para Central estaba este viernes en el banco.
SÍNTESIS
Central: Juan Marcelo Ojeda; Ricardo Moreira, Ariel Garcé, Damián Ledesma, Cristian Villagra; Eduardo Coudet, Leonardo Borzani, Diego Calgaro, Cristian González; Germán Alemanno y Marco Ruben. Director técnico: Néstor Gorosito.
Quilmes: Damián Grosso; Alfredo González Bordón, Andrés Manzanares, Héctor Vidal Sosa, Raúl Saavedra; Esteban García, Fernando Saavedra, Martín Romagnoli, Sebastián Rusculleda; Rodrigo Soria; Eduardo Bustos Montoya. Director técnico: Esteban Pogany.
Goles: En el primer tiempo, a los 20m. Soria (Q). En el segundo tiempo, a los 15 segundos, Di María (RC); 10m. Ruben (RC); 28m. Ibáñez (Q); 45m. Ruben (RC) y 48m. De Porras (RC).
Cambios en el segundo tiempo: en el reinicio, Angel Di María por Borzani (RC); a los 14m. Gustavo Ibáñez por Rusculleda (Q); 21m. Paulo Wanchope por Alemanno (RC); 27m. Walter Coyette por Soria (Q); 39m. Gonzalo de Porras por Calgaro (RC) y 44m. Jorge Medina por Bustos Montoya (Q).
Cancha: Rosario Central.
Arbitro: Federico Beligoy.
