Rodeos, contradicciones, silencio, miedo... Esos fueron los denominadores comunes en la salida de los jugadores y el cuerpo técnico de Gimnasia del predio de Estancia Chica donde realizan sus entrenamientos. Antes de ello, y habida cuenta de la denuncia formulada por una particular ante la Justicia, el plantel y las autoridades de la institución se asesoraron con un abogado en una reunión que determinó lo que ocurriría luego: la negativa de la mayoría a hablar con la prensa y reconocer el hecho denunciado por el defensor Ariel Franco.
La única excepción a esa regla la dio acaso el técnico Pedro Troglio, quien reconoció que “ hubo sentimientos encontrados, porque algunos hinchas querían ganar y otros no”. Fuera de eso, el DT solamente deslizó algún tipo de componenda al quejarse de que “el año pasado hubo también un episodio así y medio que pasó de largo”, en referencia a la supuesta falta de empeño que el rival tradicional de Gimnasia, Estudiantes, habría mostrado en el partido que perdió en el Apertura 2005 contra Boca para que -como ocurrió- ese club ganara el torneo y no el “Lobo”.
Troglio dijo asimismo que el plantel tuvo contactos con “hinchas” en los días previos al partido, pero que eso no debía ser tomado como algo anormal ya que -según manifestó- “siempre vinieron a los entrenamientos, e incluso después de que perdiéramos 7 a 0 contra Estudiantes pensábamos que nos iban a romper la cabeza y estuvieron para apoyarnos”.
El DT reconoció además que el club nunca dispuso operativos de seguridad para que esos contactos no se produjeran, y que en el fútbol en general "no hay garantías nunca, no hay seguridad de nada...".
“Vamos a hablar una vez que lo hagamos con la Justicia”, dejó picando finalmente Troglio para resumir la postura de un plantel cuyos integrantes se fueron en su mayoría sin querer realizar declaraciones a la gran cantidad de medios presentes en el predio.
El único jugador que habló, el volante Esteban González, se escudó primero en que “de por medio hay una causa” para decir que no podía formular declaraciones, pero ante la constante requisitoria de los medios desmintió finalmente los dichos de su compañero Ariel Franco diciendo que “no hubo aprietes” y que al ex defensor de River se lo había “malinterpretado".
“Los hinchas estuvieron el martes y hablamos de la mala temporada, de cuestiones futbolísticas, pero nada más que eso”, completó González, cuya cara, al igual que la de sus compañeros, parecía decir mucho más que eso.