La dupla conformada por José Acasuso y Leonardo Mayer perdió el punto de dobles por 6-1, 6-4 y 6-3 ante Radek Stepanek y Tomas Berdych, y mira nuevamente desde abajo a República Checa en la serie por cuartos de final de la Copa Davis que ambos disputan en la carpeta sintética de Ostrava.
Tras una hora y 49 minutos de juego, la pareja argentina sucumbió ante el poderío de la dupla checa y la llave, que quedó 2-1 en favor del equipo local, se definirá mañana con los partidos de Juan Martín Del Potro ante Berdych, y Juan Mónaco frente a Stepanek o Ivo Minar.
La serie que se disputa en el Cez Arena de Ostrava estaba igualada hasta el inicio de este encuentro en un punto por lado tras la caída del viernes de Juan Mónaco ante Berdych en la apertura de la llave, y la posterior victoria de Juan Martín Del Potro frente a Minar.
Si bien no era descabellado pensar en una derrota en este punto de dobles por la fortaleza de la pareja rival, las circunstancias que se dieron en el tercer set daban para ilusionarse con al menos llevar el partido a cuatro o cinco sets y dar batalla hasta el final.
El rendimiento de la dupla argentina fue de menor a mayor, pese a que en el primer y segundo parcial cayó sin atenuantes ante la sólida, precisa y contundente pareja checa.
Pero en el tercer set, Argentina quebró rápidamente el saque rival y mantuvo la ventaja hasta el fatídico cuarto juego en el que un fallo arbitral erróneo dejó a Acasuso sin un legítimo ace y, en la cumbre del rendimiento albiceleste, sumió tanto al misionero como a su compañero en un nerviosismo que se les hizo difícil de superar.
Después de ese juego, los europeos, que se quedaron con el saque de "Chucho", no sólo confirmaron el quiebre y nivelaron las acciones sino que seguidamente se apoderaron también del servicio de Mayer y se impusieron en el séptimo juego para quedar con tres match point, con su saque, en el octavo game.
Una gran remontada estiró la agonía deportiva de una dupla argentina que en el juego siguiente nada pudo hacer para revertir la situación y evitar un triunfo, al cabo merecido, de los checos.