Luego de
43 años y 6 juegos olímpicos, Juan subió al podio para recibir la histórica
medalla que alcanzó de la mano de Walter Pérez.
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AFP
El ciclista Juan Curuchet se instaló delante del escalón más alto del podio y se tomó el rostro con las manos: era el prólogo que anunciaba la mayor emoción de la jornada por la conquista alcanzada.
Flamante medallista dorado en Beijing junto a su amigo y compañero Walter Pérez, minutos antes, en pleno furor de haber alcanzado la gloria, aseguró que la dupla no dudó en arremeter y jugarse ante los binomios más poderosos, entre ellos el belga.
"Esto es el sueño de toda la vida. Saben lo que luchamos los deportistas amateurs para conseguir esto", se desahogó el menor de los Curutchet, a los 43 años, tras dejar su última huella olímpica tras seis Juegos y un título mundial.
En medio de la ola de periodistas que se le acercaron para obtener alguna palabra, Juan se trenzó en un abrazo y un fuerte beso con su hermano mayor, Gabriel, con el que compitió mil y una veces. Gabriel, hoy director de equipo supo también festejar una medalla de oro, aunque en un Panamericano, en Indianápolis, en una jornada en que todo había salido mal para el deporte e iluminó la noche argentina con su presea.
En una comunicación con el canal TyC Sports Juan dirigió su agradecimiento a sus hijos Martín, Kevin, Juan Ignacio y Martina, pero también a sus padres, sus amigos y "a quien más he amado en toda mi vida: mi país". Minutos después llegaría el podio, otra historia en esta historia.
