Si ya resulta difícil conseguir una entrada para ir a ver a Boca Juniors en un partido de final de campeonato, la situación puede ponerse aún peor en 2007. Y es que el club informó que, en virtud de las disposiciones de la FIFA y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que obligan a las entidades de Primera a que todo el público pueda estar sentado en sus estadios, un recorte importante se producirá en la capacidad de La Bombonera, que así será cada vez menos accesible para todos aquellos que no sean socios.
En un parte de prensa enviado a los medios, Boca hizo saber asimismo que, para compensar tal reducción, sus autoridades ya tienen decidido bajar significativamente el número de entradas "de protocolo" que habitualmente regalan, lo que permitirá la liberación de espacios en los sectores de plateas del estadio.
Como ya es habitual, los socios del club tendrán prioridad en la adquisición de nuevos abonos a plateas, por lo que esta reducción en la cantidad de entradas que el club podrá vender afectará básicamente al resto de los hinchas "xeneizes" y las parcialidades visitantes.