El Boca de La Volpe se llevó una difícil victoria en Mataderos y es el único puntero del campeonato

Boca sabía que le iba a costar mucho. Mataderos es una parada difícil para cualquier equipo y lo fue para el de Ricardo La Volpe, que con el triunfo por 1-0 consiguió su primera victoria como director técnico del equipo.

El club xeneize se benefició con el empate de River ante Colón en el Monumental y ahora es el único líder del torneo Apertura.

Fue Neri Cardozo, en el primer tiempo, el artífice de la victoria. Y fue todo el equipo de Nueva Chicago el culpable de que Boca tenga sufrir hasta el final. Porque el equipo de Mataderos jamás renunció a buscar un empate que por momentos pareció tenerlo entre las manos.

Aunque también es cierto que los visitantes se pudieron haber ido con mayor ventaja si no fuera por un grosero error del árbitro asistente, Alberto Barrientos, quien privó al equipo de La Volpe de un legítimo gol convertido por Andrés Franzoia, que hubiera significado el 2-0.

Chicago, con el entusiasmo que le transmitía su público, salió a imponer su ritmo y antes del minuto de juego estuvo a punto de desnivelar cuando Pellerano tomó un rebote afuera del área y sacó un disparo que estremeció el palo derecho de Bobadilla.

Esa imagen del equipo local llevándose por delante a Boca duró muy poco, porque el vértigo derivó en imprecisiones y la visita pudo afirmarse con mayor serenidad.

A los 7 minutos, un contraataque elaborado por Cardozo y Palermo finalizó con un remate del mendocino apenas desviado. Y en su segunda llegada profunda, cuatro minutos más tarde, Boca sacó ventajas: Palacio ganó por derecha, llegó hasta el fondo y sacó un centro para que Cardozo, libre en el corazón del área, venciera de cabeza a Vega.

El último cuarto de hora, Boca permitió que Chicago volviera a manejar la pelota y fuera ganando terreno y confianza. El local tuvo dos buenas ocasiones para igualar en los minutos finales. A los 43, Martínez envió un centro, Donda no pudo rematar pero tocó atrás e Higuain, desde muy cerca, sacó un derechazo que "encontró" Bobadilla.

Y, ya en el descuento, de nuevo apareció Martínez, tocó hacia el área para Carranza que, de espaldas, jugó hacia atrás y Zarif, a la carrera, demandó otra buena respuesta del arquero paraguayo.

Boca debió sufrir hasta el final, pero terminó celebrando en un partido que bien pudo haber terminado en empate. Y la sensación final que dejó Boca es que, por ahora, no tiene el aplomo de unas semanas atrás.