Alfio Basile se dio el lujo durante su primer ciclo en la Selección Argentina de dirigir a una de las mejores delantera que dio el equipo nacional en su historia: Caniggia-Batistuta. Durante la Copa América de Ecuador 93, el Bati no era todavía el máximo goleador de la Selección pero ya rompía algunas redes con la camiseta celeste y blanca. Sin embargo, cansado de que no convirtiera, el Coco decidió “limpiarlo”.
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