La expectativa es razonable. River, el último campeón, el equipo que mejor juega, se reforzó con jugadores que sin duda lo van a potenciar. Si volvió Juanfer Quintero, si trajeron a Esequiel Barco, si Julian Álvarez sigue, si Marcelo Gallardo dirige la orquesta, cómo no entusiasmarse. Esta primera fecha es toda del Millonario. ¡Qué duda cabe! Pero a veces las previsiones son falsas, las corazonadas se equivocan. Con River pasó eso.
El balance del primer tiempo arroja que las más claras las tuvo Unión. La primera, en realidad, fue para el Millonario, en los pies de Nicolás De la Cruz con asistencia de Julián Álvarez. Pero después la reacción del Tatengue terminó preocupando a Armani.
Unión le cerró los caminos a los jugadores de River, les achicó los espacios para que pudieran desplazarse y así chocaron con la solidez defensiva local. De todos modos, el partido no perdió ritmo ni intensidad.
La que se perdió Jonatan Alvez entra en el terreno de lo increíble: debajo del arco, con Armani jugado en el primer palo, la mandó por encima del travesaño. Después fue el turno de Luna Diale en el área chica. Y Alvez se lo volvió a perder en un mano a mano con Armani.
El cierre del primer tiempo dejó una certeza: el equipo de los sueños no apareció, mientras que el modesto Unión pudo haberse quedado con algo más. El 0-0 fue injusto con el Tatengue.
Con el ingreso de Esequiel Barco en el segundo tiempo, Gallardo apostó al desequilibrio. El ex delantero de Independiente.
Pero el destino no estaba del lado del Millonario: un choque entre Luna Diale y Armani en el área derivó en un penal que cobró Pitana y que el propio delantero convirtió. Ahora sí: el 1-0 reflejaba más justicia.
A partir del 1-0 el partido bajó en ritmo e intensidad. River apostó desde todos los caminos posibles, pero Unión siguió con el mismo planteo: un cerrojo inaccesible. Y así se salió con la suya.
La expectativa que se había generado con la llegada de grandes refuerzos quedó desdibujada en Santa Fe. Es un llamado de atención para Marcelo Gallardo, un experto en eso de rearmar equipos. Ya lo hizo varias veces en el Millonario.
El foco debería estar en la falta de profundidad. Fue extraño, pero anoche a River le costó generar situaciones, romper la barrera que armó Unión. El mejor equipo del fútbol argentino quedó en deuda.