El Gobierno defendió su decisión de haber impulsado que el partido entre River Plate y Belgrano de Córdoba se disputara con público, al sostener que “no había razones para jugar a puertas cerradas”, y advirtió que al club de Núñez “le caben sanciones” por los graves incidentes registrados en el estadio Monumental.
“No echemos la culpa al hincha de River, fueron 300 tarados, hay que buscar los 300 tarados y meterlos presos”, sostuvo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien agregó: “No encuentro la razón por la cual tenía que jugarse sin público” este partido, que condenó a la institución conducida por Daniel Passarella a jugar en la Primera B Nacional.
En declaraciones al canal Telefé, el funcionario dijo que “evidentemente” hay que “tomar medidas con el propio club porque esto desgraciadamente sucedió en el club y tiene que hacerse cargo de lo que ha sucedido“, por lo que anticipó que se tomarán “las sanciones que le correspondan, como las hemos tomado siempre con otros clubes como pasó con Vélez y Nueva Chicago”.