El vice actual de Nueva Chicago admite que su presidente fue capo de la “barra” y acusa a uno de sus antecesores de haber hecho “crecer” a la pesada tribunera, mientras que éste mete en la bolsa a un tercer gobernante del club como artífice de los problemas, en un enchastre donde se admiten “prebendas” y los propios dirigentes blanquean que ello ocurre en “todos” los clubes del fútbol argentino.