Eliminado de la Copa Libertadores y la Copa Argentina, el objetivo de Vélez era levantar el autoestima. Ayer, ante Quilmes, tuvo una sesión de terapia exitosa en ese sentido: ganó 2 a 0, festejó después de diez fechas sin triunfos y salió del penúltimo lugar de la tabla. Lo hizo ante un rival que volvió a complicarse con el promedio y que la fecha que viene se enfrentará nada menos que ante Racing.
Quilmes, que venía de empatar 1-1 con el puntero Newell’s, fue el que arrancó con decisión. Fue, de hecho, el que tuvo la primera llegada. A los 9 minutos, Elizari se escapó por derecha y pasó a Tobio a pura velocidad, pero se perdió la chance ante el arquero Sosa.
De Felippe tuvo que reorganizarse con el cambio temprano y parecía que le encontraba la vuelta ante un Vélez que no lograba levantar cabeza. Pero a los 18, el campeón del fútbol argentino dio vuelta el ritmo del partido. Un centro de Insua fue cabeceado por Seba Domínguez primero y por Ferreyra después: Chucky fue el autor del 1 a 0.
Los de Liniers intentaron defender la ventaja. El último triunfo del equipo de Gareca había sido en la cuarta fecha. Así y todo, Quilmes intentó. A los 37 de esa primera parte, Morales (que había ingresado al minuto de juego por Quilez, lesionado tras un choque con un compañero) metió un gran cabezazo que pegó en el travesaño.
Para el complemento, Vélez mejoró la actitud. Y el mediocampo -con Insua como estandarte- generó más opciones para Pratto y Ferreyra. A los 16, una jugada asociada lo dejó cerca del segundo: Papa se proyectó, participaron Romero e Insua y fue Pratto quien remató de derecha: Trípodi tapó el disparo. A esa altura, Quilmes perdió la pelota y le dejó espacios a su rival.
El envión de Vélez tuvo sus frutos dos minutos después. Trípodi salió mal ante un pelotazo al área y Ferreyra aprovechó el error del arquero y de Lema para marcar el 2-0. Ahí, ante un Quilmes entregado, Vélez se encendió. Volvió a vivir: Ferreyra se perdió el tercero, con un tiro que salió muy cerca.
La imagen de Quilmes fue la lesión de Caneo, que se luxó el codo y tuvo que salir, dejando a su equipo con 10, porque ya se habían hecho los tres cambios. La de Vélez, la del festejo. La mala racha llegó a su fin.
