En medio de la polémica que se generó en torno a la actitud del presidente de Gimnasia y Esgrima La Plata, Juan José Muñoz, por haber amenazado al árbitro Daniel Giménez en el entretiempo del partido que su equipo jugaba con Boca en el estadio único, salió a la luz que el dirigente más importante del fútbol argentino, también lo hizo. Y dos veces.
Julio Grondona, titular de la Asociación Argentina de Fútbol (AFA), también participó en episodios de violencia hacia los árbitros en sus épocas de dirigente cuando presidía los clubes Arsenal e Independiente. Los mismos sucedieron en los años 1969 y 1977, y fue sancionado por un año y medio en el primer caso, y por un año en el segundo.
La primera de las agresiones ocurrió hace casi 37 años, en diciembre de 1969. Grondona era presidente de Arsenal y, por razones futbolísticas ocurridas durante el encuentro y que se desconocen, agredió al árbitro José Filacchione. El presidente de la AFA fue
suspendido por un año y medio.
Luego su carrera como dirigente siguió y, años más tarde, llegó a la presidencia de Independiente. Como titular de la institución de Avellaneda, Don Julio iba a protagonizar otro escándalo.
Según cuenta la leyenda, el 11 de marzo de 1977, Independiente igualaba con All Boys 1 a 1 cuando un proyectil impactó en uno de los jueces de línea, tras lo cual el árbitro Aldo Ottone decidió suspender el encuentro.
Grondona, nervioso por la suspensión, se dirigió hacia el vestuario de los árbitros y “prepoteó” a Ottone. Tras el informe del árbitro, el entonces presidente de Independiente fue suspendido por un año. Pero, paradójicamente, enseguida asumió el cargo que aún hoy ocupa como titular de la AFA.
Si bien estos hechos habían quedado en el olvido, se rememoraron luego de lo ocurrido con Muñoz y Giménez. Es más, hasta el propio Grondona recordó uno de los “tristes” episodios que protagonizó en sus épocas mozas como dirigente.
" Yo estuve dos años suspendido por un hecho anormal que cometí en un partido en la cancha de Arsenal cuando insulté a un árbitro y años después fui presidente de la AFA. Igual no hay que olvidarse que este hecho ocurrió en los años sesenta...", dijo en diálogo con Jorge Lanata.
Pero sólo recordó uno de sus “desmanes” y como presidente de un club considerado “chico”. Tal vez olvidó esa “desubicación” ante un árbitro que tuvo como dirigente de una institución de las llamadas “grandes”. ¿Por qué será?...