Paula Pareto abrió el medallero de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos de Beijing al lograr el bronce en la categoría de menos de 48 kilogramos.
La joven porteña de 20 años se impuso, en su debut olímpico, a la norcoreana Pak ok Song en el duelo por el tercer puesto y se convirtió así en la primera judoka argentina de la historia en alzarse con una medalla olímpica.
Por su parte, Miguel Albarracín, quien era una de las más firmes esperanzas del judo argentino, no corrió la misma suerte que Paula, la heroína del primer día de estos Juegos Olímpicos para la delegación argentina.
El rosarino, campeón panamericano, llegó hasta Beijing como una de las más fuertes promesas de su deporte, pero cayó en los dos combates que sostuvo y fue eliminado rápidamente de la competencia.
Las ilusiones de Albarracín de llevarse una presea dorada se derrumbaron temprano. Más precisamente en los 16avos. de final de la competencia de hasta 60 kilogramos, donde el coreano Minho Choi lo derrotó por ippon en la primera rueda de la categoría hasta 60 kilogramos.
El combate duró apenas un minuto y quince segundos, en los que el judoca albiceleste poco pudo hacer ante el asiático de 27 años, que fue medalla de bronce en Atenas 2004, campeón mundial en Osaka, Japón 2003, y medalla de bronce en el Mundial de Río de Janeiro 2007.
Albarracín pasó entonces a disputar el repechaje que le daba una chance de pelear por el bronce, pero no pudo con el iraní Masoud Akhondzadeh por yuko y quedó definitivamente en el camino.
Fuente: DyN