Veinticinco días es mucho menos que 35 años. Sin embargo, hay toda una generación de hinchas de Racing que está experimentando por primera vez una desilusión y frustración que marcó una época: la de los 70, 80 y 90. Es muy distinto, obvio: no hay un lastre de décadas sin salir campeón del torneo local, no hay un descenso ni una quiebra en el medio, pero quizás la sensación es parecida por lo que había generado el equipo en este primer semestre del año, y por la estruendosa y repentina caída.
Eso que había generado, que se sintetizaba bajo el nombre de la Gagoneta, se rompió en menos de un mes: primero por la eliminación contra Boca por penales en la Copa de la Liga; después por la eliminación de la Copa Sudamericana luego de perder ante River de Uruguay en el Cilindro de Avellaneda; y ahora por la derrota ante Agropecuario en la Copa Argentina.
El Racing de Fernando Gago, que había preparado un plantel para afrontar dos o tres competencias de manera simultánea, que se ilusionaba con volver a ganar algo en el plano internacional –una deuda pendiente en la gestión de Víctor Blanco– ahora solo se quedó con la Liga Profesional, que acaba de empezar. Demasiado poco para tanta expectativa.
En esos tres partidos fatales Racing tuvo 34 opciones claras de gol: diez frente a Boca, 14 ante River de Montevideo y diez ante Agropecuario. Peloteó a sus rivales, pero se encontró con arqueros iluminados y sobre todo con una falta de eficacia exasperante. No hace falta decirlo: el equipo mereció más. Pero el desenlace fue siempre el mismo. ¿Fue mala suerte? ¿O es falta de jerarquía para cerrar o definir los partidos decisivos? La reiteración de sucesos hace pensar más en la segunda alternativa.
Porque encima hay un antecedente que valida esta idea: aunque fue con Juan Antonio Pizzi en el banco, este plantel jugó dos finales la temporada pasada, ante Colón por la Copa de la Liga y contra River por la Supercopa, y en las dos pasó papelones: perdió 0-3 y 0-4.
Para el presidente, hay futuro de esta manera. Lo dijo luego del ruido generado en estos días por la inesperada caída ante el equipo sojero de la Primera Nacional en Jujuy. “Este camino es el que elegimos hace un tiempo y vamos a seguir apostando ahora por este campeonato que está comenzando. Nosotros ya hablamos con Gago y tenemos todo resuelto para renovarle contrato hasta diciembre de 2023. Nuestro mandato concluye en 2024”, le confirmó Blanco a ESPN. Y agregó: “Lo que nos pasó nos preocupa por cómo nos pasó, pero estamos conformes con la forma en que jugó el equipo y de esto debemos tomar un aprendizaje”.
¿En qué consiste ese aprendizaje? ¿Cómo se lleva a la práctica? Es lo que tendrá que evaluar el técnico, que hace unos meses –en la cresta de la ola– había pedido mayor atributos en lo referido al área del fútbol, algo que ahora está en discusión. Los resultados, como siempre, forjan las respuestas.
Correa y Nery Domínguez: no va más
Javier Correa fue uno de los apuntados por la hinchada de Racing luego de esta sucesión de resultados que lo dejaron afuera de todo. ¿Por qué? Por todas las situaciones que no pudo transformar en gol. En total fueron 13. Pero todo se agudizó porque Correa no seguirá en Racing, algo que se sabe desde antes de estos resultados.
El delantero está a préstamo y el club dueño de su pase, Santos Laguna de México, no aceptó la oferta que hizo Racing para comprar el 50 por ciento de su ficha a cambio de 1.1 millones de dólares.
Ahora, tras la eliminación de la Copa Argentina, el club tomó la decisión de que no juegue más (a menos que se llegue a un acuerdo con el Santos Laguna, algo a esta altura prácticamente imposible). El otro jugador que no seguirá es Nery Domínguez, uno de los referentes del plantel. El defensor se irá libre a Universidad de Chile.