Una verdadera catástrofe azotó a Nueva Zelanda y complica al Mundial de rugby que este año se jugará en ese país. Un fuerte terremoto afectó a Christchurch, la segunda ciudad neozelandesa en importancia y que será sede de dos partidos de Los Pumas durante la competencia. Hasta el momento, se han contabilizado unos 75 muertos y daños por 8.600 millones de dólares.