La presencia/ausencia de Román, el gran tema

Las remeras azules salieron del armario del complejo Pedro Pompilio. Los jugadores volvieron a trotar. Carlos Bianchi volvió a dar indicaciones con las manos atrás. El plantel de Boca, en definitiva, regresó a los entrenamientos después del receso de verano. Y como suele ocurrir en el primer ensayo de año, hubo caras nuevas, aunque tratándose del xeneize debería decirse en singular. Porque la única novedad fue la presencia del lateral Hernán Grana, que llegó de All Boys a préstamo por un año y que el jueves había aprobado la revisión médica. El que se quedó afuera de la práctica de ayer fue el zaguero Juan Forlín, la otra incorporación que sumó Boca. ¿El motivo? Aunque la transferencia ya está acordada, el Al Rayyan de Qatar todavía no respondió por los avales que presentó el club de la Ribera.
La vuelta al trabajo arrancó con el recibimiento de Bianchi en el vestuario. Después siguió con las mediciones físicas que habitualmente les hacen a los jugadores cuando vuelven de las vacaciones. Al final, hicieron movimientos livianos en la cancha principal del predio. Por ahora, todo se desarrolló sin mucha exigencia. Sobre el cierre del turno matutino se acercó el presidente Daniel Angelici, quien miró el final del entrenamiento desde el costado de la cancha y después habló con algunos jugadores.
El trabajo de esta pretemporada puede ser clave para el técnico Carlos Bianchi, que viene muy cuestionado por la preparación física que tuvieron sus jugadores. Durante el año pasado, por ejemplo, el plantel padeció nada menos que cincuenta lesiones. Un promedio de un episodio por semana. Demasiado para un equipo con pretensiones.
Entre los que arrancaron la pretemporada rodeados de algodones está Juan Román Riquelme. El capitán y referente, que todavía sigue con un tratamiento para reponerse de un desgarro, hizo trabajos de kinesiología y después salió a correr. Otro que arrancó liviano es Leandro Paredes, que también está en plena rehabilitación por una operación en el quinto metatarsiano del pie derecho.
El caso Nicolás Blandi es atípico: aunque ayer estuvo con sus compañeros de Boca tiene casi todo acordado para incorporarse a San Lorenzo, por eso lo más probable es que el entrenamiento de ayer haya sido uno de los últimos con el plantel xeneize. Entre alguna cara nueva y otros lesionados, hubo dos retornos: Nicolás Colazo volvió de su préstamo en All Boys, mientras que Guillermo Pol Fernández, que también volvió de un préstamo en Rosario Central, fue relegado a entrenarse con el plantel de Reserva.
La agenda de Boca para antes del inicio del Torneo Final viene cargada. Tiene pautados cuatro amistosos durante el verano. Arrancará el 15 de enero ante Estudiantes en Mar del Plata y luego viene la maratón de Superclásicos: el primero es el sábado 18 en Mar del Plata, el siguiente se juega el 25 en Córdoba, y el cierre es el 1º de febrero en Mendoza.