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brasil 2014

La señorita que hará que la casa esté en orden

La uruguaya Valentina Pomi luce angelical, pero su tarea requiere firmeza: será una de las encargadas de la seguridad en los estadios y de los planteles.

Poder. Forma parte de la Seguridad del Comité Organizador.
| Cedoc Perfil

La bolilla dice que Italia va directo al grupo de Uruguay. Valentina Pomi sufre, sobre todo cuando ve, también, que Inglaterra será otro rival de peso para el país dueño del Maracanazo. Está ahí, en Costa do Sauipe, como parte del Comité Organizador del Mundial. Sin embargo, su alerta se enciende cuando se anuncia la sede de uno de los partidos de Argentina: Porto Alegre. “De fútbol no tengo idea, no sé mucho de lo que pasa dentro de la cancha”, dice esta chica que será una de las principales responsables de la seguridad en Brasil 2014. Los apenas 1.366 kilómetros entre Buenos Aires y uno de los epicentros donde pondrá sus pies la Selección argentina hizo que, para Pomi, el grupo de la muerte de Uruguay se corriera del primer plano.
—¿Los barras bravas argentinos los preocupan?
—Trabajamos en eso. No estamos preocupados, pero sí es un tema importante. De todas maneras, es más responsabilidad del Gobierno brasileño, que también nos brindará datos.
—¿Pero la hinchada argentina es el principal punto de atención?
—Nos preocupan todas las barras, también los hooligans ingleses, pero sobre todo la de Argentina, por la cercanía que hay con las sedes donde jugará su Selección. Si le hubiese tocado el norte de Brasil, habría sido distinto. Ahora hay que poner más atención. Cuando le tocó Porto Alegre a Argentina, pensé: “Vamos a tener mucho trabajo”.
La uruguaya, que trabaja rodeada de brasileños, va por su propio Maracanazo: que en el Mundial no haya problemas de seguridad. La Copa Confederaciones, dice, fue un éxito. Los estadios estarán monitoreados por pantallas que ocupan unos cuatro metros de largo. “Se ven con detalle los rostros”, detalla. Las comisarías que habrá en cada estadio podrán albergar a los hinchas que transgredan las normas de comportamiento FIFA.
La estructura y la organización están preparadas para las eventualidades, transmite la hija del embajador uruguayo en Argentina. Aunque la ruta de Brasil será clave para un camino más seguro: “Espero que a Brasil le vaya bien”. Se ríe pero, a la vez, habla en serio. Valentina se muestra seria, como la solemnidad de la tarjeta personal de FIFA que la presenta como gerente de Relación Institucional de Seguridad. Insiste: “Que a Brasil le vaya mal nos va a complicar bastante la existencia”.
—¿Creés que el clima se pondría más tenso?
—Sí. Brasil es un país bastante alegre, en el que el fútbol mueve muchas emociones. Si a Brasil le va bien, es positivo para todos, por el humor social.
—¿Y en el caso de que Brasil no llegue a la final hay un plan especial?
—Se hace un análisis de riesgo de cada partido, dependiendo de qué selección juega, en qué sede y demás factores. Y ahí se define si el partido es de bajo, medio o alto riesgo. Pero estamos preparados para contener las eventualidades. Habrá entre novecientos y mil personas de seguridad por partido.
—¿La mejor final: Brasil y…?
—Uruguay, jaja...
—Brasil-Argentina se complicaría.
—Sería difícil de controlar, pero va a estar todo bien.
Corre, Lola, corre es la película que podría graficar la vida de un miembro del Comité Organizador en pleno Mundial. Según Valentina, podrá dormir apenas dos o tres horas por día. Sus ojos estarán puestos afuera del campo y mirará a Lionel Messi y compañía sólo cuando no estén con la pelota en los pies. “Somos responsables de las delegaciones como un todo. Si, por ejemplo, Messi quiere ir al shopping, tenemos la estructura de seguridad para llevarlo a él. Y vas a cuidarlo porque no le puede pasar nada. Pero la obligación no es cuidar de cada uno en particular, sino al grupo como un todo”, explica.
—¿Cómo es ese cuidado?
—Nosotros los cuidamos, pero desde lejos. Depende de los equipos cómo sea el cuidado. A algunos les gusta que sea más relajado y a otros que haya más presencia. Todavía no definimos cómo será con cada delegación. La seguridad privada es para mantener el orden. Si se pierde el orden, actúa la Policía.
—¿Cómo será el control de los hinchas dentro de la cancha?
—El modelo FIFA es asignarle a cada persona un asiento determinado y no hay separación de hinchadas; van a estar todos mezclados. Cuando se juntan los hinchas, son más valientes. Esta distribución siempre funcionó bien en los mundiales