Pese a su buen presente en el Barcelona, donde vuelve a ser titular luego de una lesión que le impidió contribuir desde el campo a los seis títulos logrados por el club el año pasado, Gabriel Milito no olvida los malos momentos que debió pasar. Ni tampoco, las declaraciones que Jorge Valdano hizo a la agencia DPA en agosto de 2008, cuando aprovechó aquel problema en la rodilla del ex zaguero de Independiente para decir que no se equivocó cuando a mediados de 2003 optó por no incorporarlo al Real Madrid.
El defensor esperó largamente su oportunidad de vengarse de esas declaraciones que lo daban por acabado. Y la tuvo finalmente este último sábado, cuando luego del clásico que su equipo ganó por 2-0, se acercó a Valdano en la zona donde locales y visitantes coinciden en el estadio Santiago Bernabeu a la salida del vestuario y lo insultó de arriba a abajo, haciéndole recordar aquellos desafortunados comentarios.
Ya en pleno partido, al salir reemplazado faltando ocho minutos para el final por el mexicano Rafael Márquez, Milito había hecho un gesto con ánimo de venganza hacia el palco oficial para "dedicarle" la victoria a Valdano, quien no se dio por aludido en ese momento y tampoco reaccionó más tarde cuando, mientras dialogaba con el DT catalán Josep Guardiola, el zaguero se le fue al humo y le descerrajó una catarata de insultos, acusándolo entre otras cosas de "ventajero".
También el capitán del Barcelona, Carles Puyol, se acercó entonces a insultar al director deportivo madridista, quien la pasó realmente mal hasta que Guardiola intercedió, alejó a ambos jugadores y se disculpó con el otrora compañero de Diego Maradona en la selección argentina campeona en México '86. "No es el momento de discutir de estas cosas", dijo entonces el entrenador blaugrana a sus dirigidos.
Luego, en declaraciones a la prensa, Puyol diría respecto del triunfo: “En especial me alegro por Milito, que lo ha pasado muy mal y que se merecía este triunfo más que nadie. Ha sufrido mucho para poder volver a jugar y hoy ha demostrado que es una pieza básica de este equipo”. La venganza estaba consumada.