Enero es el mes del santo Patronelli. ¿Por qué? El primer mes del año, cuando la actividad deportiva disfruta de las vacaciones o apenas de despereza, el hombre arriba del cuatriciclo se gana todas las miradas por sus participaciones en el Dakar. La edición 2014, que tuvo una largada simbólica ayer en Rosario, vuelve a tenerlo como protagonista. Aunque con una particularidad: todo parece indicar que la de este año será la última participación de Marcos Patronelli en el rally más riesgoso del mundo.
—¿Cómo te preparaste?
—A full. Entrené todos los días, pero con los tiempos justos. No tenía pensado correr, pero a último momento renové mi acuerdo con Yamaha para estar de nuevo.
—¿De verdad no ibas a competir?
—Es que el Dakar me quita tiempo, y yo tengo muchas obligaciones con mi empresa familiar. Pero bueno, voy a correr esta edición. Cuando se lo comenté a mi familia me miraron mal, me preguntaban para qué iba a volver si ya lo había ganado. Así que en mi cabeza está la idea de que éste sea el último.
—¿En serio?
—Sí, este Dakar puede ser el último para mí.
—Se llegó a mencionar la posibilidad de que pasaras a la categoría autos con tu hermano Alejandro. ¿Eso no te haría cambiar de idea?
—Este año Nasser Al-Attiyah me ofreció correr con un buggy de su equipo. Tuvimos un par de reuniones, pero después lo pensé mejor. Correr en autos era meterme en un mundo desconocido donde había más posibilidades de andar mal que bien. Además, la preparación es mayor y exige dedicarle más tiempo, algo que no tengo.
—¿Cómo te imaginás este último Dakar?
—Lo quiero disfrutar. Sé que será una carrera dura. Ningún Dakar es sencillo, y ya David Castera, el director de la carrera, comentó que será más complicado que las ediciones anteriores. Tendrá algunas etapas con especiales de más de 600 kilómetros y otras se disputarán en alturas superiores a los 3.500 metros.
—¿Qué esperás de las etapas que se agregaron en Bolivia?
—Es un terreno nuevo para todos, y no sabemos con qué nos vamos a encontrar. Creo que será decisivo en la definición de la competencia.
—¿Cómo ves a tus rivales?
—Este año hay muchos en condiciones de ganar. Está el chileno Ignacio Casale, el árabe Sebastian Husseini, Lucas Bonetto y otros. Hay diez que pueden vencer. Será difícil.
—Este año también sos parte del Red Bull Desert Wing, ¿qué sentís?
—Es un orgullo estar dentro de ese grupo de pilotos, los mejores de cada categoría.