Daniel Passarella asumió hoy como presidente de River Plate anunciando una gestión austera, al tiempo que llamó a la unidad de sus ex adversarios en las recientes reñidas elecciones y la ayuda de "los 17 millones de hinchas" que, evaluó, hay en la Argentina.
"No voy a poner la cara para los que esten detrás io se queden con lo que no es de ellos", fue la frase anti corrupción más contundente de las tantas que lanzó Passarella en el día de ser ungido titular del club, que se hizo en el gimnasio de la institución y sin la presencia de su antesor José María Aguilar.
El ex jugador y técnico dijo ser consciente de que tiene "una gran responsabilidad de aquí en adelante" y remarcó que no quiere desilusionar a quienes "han depositado mucha confianza y fe" en él y en "toda la gente" que lo "acompaña". Acompañado por su familia y muy emocionado, Passarella se sumó al grito de "soy de River, soy de River" que retumbó en el gimnasio principal del club al término del acto.
"Trataremos de cumplir con todo lo que hemos manifestado en la campaña. River será la prioridad siempre, y estará por encima de los nombres y los hombres", expresó un Passarella visiblemente emocionado tras asumir el poder en un acto que tuvo lugar en el gimnasio principal del club. Passarella pareció lamentar que su antecesor no haya estado en la entrega del mando, aunque sí estuvieron los dos vices, Julio Macchi y Domingo Díaz. También los ex presidentes Alfredo Dávicce y David Pintado.
No obstante Passarella, pensando cuando era menester ante cada inquisitoria, se mostró diplomático para con sus adversarios, entre ellos Rodolfo D'Onofrio y Hugo Santilli, quienes intentaron ante la justicia, sin éxito, bloquear la asunción del Kaiser, también para con Aguilar, a quien agradeció un llamado fresco deseándole "suerte". Inclusive destacó entender el "dolor" y hasta se puso en el lugar de los dirigentes que perdieron por seis votos e insistió con el llamado a "sentarse en una misma mesa".
Llegó a comparar la contienda comicial con el partido que Italia le ganó a la Argentina 1-0 en el Mundial 78. "Nos matamos a patadas, pero terminamos cambiando camisetas", dijo. "Quiero invitar a todos los riverplatenses a un reencuentro, pero a todos, a todos, para sumar porque River nos necesita a todos. No voy a poder solo sacar a River de la situación en la que está. Necesitamos de la ayuda no sólo de los 5.298 que nos votaron el sábado, necesito de los 17 millones de hinchas que River tiene en la Argentina", pidió, ya ampliando la convocatoria a toda la grey riverplatense. El otrora "Gran Capitán" se cuidó al hablar sobre eventuales derrames dinerarios en River.
"No sé si hubo. Tendría aque tener pruebgas. Si no s las humo mejor", dijo pero inmediatamente reconoció: "a mí los números no me cierran con los jugaodres que se han vendido y se han comprado". Ante ello apuntó que ya está trabajando una auditoría contable para poner blanco sobre negro los números del club y el proceso de sus gastos. Adelantó que será una gestión austera, tanto en las incosporaciones de jugadores, como en la solución de los problemas: "empezaremos por solucionar los más pequeños para seguir por los más grandes", anunció. Ello ante el reconocimiento que "el club económicamente no está bien".
En la presentación también estuvieron el ex jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra y Antonio Caselli y Mariano Mera Figueroa, dos de los rivales de Passarella en las elecciones.
Caselli, quien seguramente se sumará al aparato del nuevo presidente, insistió en la necesidad de que "todos los riverplatenses estén unidos para sacar al club adelante". Esta mañana, Rodolfo D'Onofrio, quien en un primer momento se proclamó ganador y luego terminó segundo por una diferencia de seis votos tras la decisión de la Junta Electoral, intentó frenar la asunción de Passarella mediante un reclamo ante la Justicia por supuestas irregularidades en los comicios, pero la magistrada Rosa Villa desestimó la solicitud y le permitió asumir al "Kaiser".
Fuente: DyN