El próximo viernes, a las 2 de la mañana de Argentina, Carlos Mauricio (Camau) Espínola junto a Santiago Lange debutarán en los Juegos Olímpicos de Beijing en la Clase Tornado. Sin embargo, ya hay polémica por la aparición, en algunos equipos, de una vela que permite obtener cierta ventaja en la competencia.
El revolucionario spinnaker asimétrico que fue desarrollado en secreto, finalmente fue sacado a la luz por los holandeses, norteamericanos y australianos durante la medición, que es cuando las autoridades verifican que todo este en regla. Para la mayor parte de la flota olímpica, la nueva vela de proa es absolutamente contraria al espíritu y el texto de las reglamentaciones vigentes.
Entre las protestas más firmes elevadas a las autoridades olímpicas por los equipos de varios países -Francia y Austria, entre otros- se cuenta la firmada por Lange, destacando el vacío legal que dejó el cambio de normativas introducido a fin de que pudieran largar las regatas con vientos inferiores a los seis nudos (poco más de 11 km/h), el límite mínimo usual para la Clase Tornado.
Apodado Código Cero, la sorpresa de la competencia es más chico y más plano que los asimétricos que hasta ahora se venían utilizando en la Clase. Los entendidos dicen que permite obtener una considerable ventaja en velocidad de ceñida con vientos frontales y, sobre todo leves, como se espera que prevalezcan durante estas competencias.
Aunque todavía no se ha resuelto nada sobre el tema, hasta ahora las autoridades se han negado a prohibir el uso de esta vela y el grueso de la flota olímpica es pesimista respecto a la posibilidad de que se prohiba el uso de esta vela, al menos en esta oportunidad.
El equipo argentino Clase Tornado, que integran Lange y Espínola, utilizará el barco de reemplazo, ya que finalmente el titular fue descartado pues las reparaciones efectuadas tras ser colisionado por la lancha del Entrenador del Equipo Italiano durante los entrenamientos no satisficieron plenamente a los deportistas.
"Se trabajó intensamente en corregir un problema en un pontón que les quitaba velocidad, pero esto finalmente no pudo lograrse. Así que finalmente se tomó la decisión de usar el barco de reemplazo", explicó el coordinador del equipo argentino, Mariano Galarza.
En realidad, este sustituto es exactamente igual a su par dañado. Construido por el mismo astillero, con la misma antigüedad e idénticos desempeño y características, solamente se diferencia en que el barco averiado había sido el utilizado cuando la dupla argentina obtuvo el Bronce en Atenas 2004, y en cuya velocidad y rendimiento se tenía una confianza absoluta.