Y ambas realidades tuvieron su peso. River logró una victoria que fue contundente en el segundo tiempo, pero que le costó muchísimo lograr para continuar teniendo aspiraciones en el campeonato.
Ya antes del comienzo del encuentro, la parcialidad de River se acordó de ese partido y, considerando que el equipo platense había jugado ante Boca “como en un entrenamiento”, los insultos se hicieron escuchar.
Primero los sufrió un ¿ex? hijo pródigo de la institución de Nuñez , Pedro Troglio, el entrenador de Gimnasia, apenas salió la campo de juego. Luego todo el estadio se encargó de abuchear al plantel con el canto “Che Gimnasia botón sos amigo de Boca la p... madre que te parió”.Pero, una vez iniciado el encuentro, los hinchas parecieron olvidarse por un rato lo ocurrido hace dos semanas y solo alentaron a su equipo.
Hablando de fútbol, el partido comenzó y la primera posibilidad clara la tuvieron los platenses a los cincuenta segundos en los pies de Roberto Cornejo, pero el arquero millonario, Juan Pablo Carrizzo, evitó la caída de su valla.
A partir de allí, empezaron a notarse las diferencias, River yendo a buscar el partido aprovechando a sus jugadores más habilidosos, Marcelo Gallardo, Ernesto Farías y Gonzalo Higuaín, mientras que Gimnasia desplegó un esquema defensivo, tratando de que el equipo de Nuñez no arribe con peligro a su área t para tratar de salir de contraataque.
Sobre los cinco minutos, el equipo de Passarella tuvo la primera posibilidad para abrir el marcador. Farías envió un centro desde la derecha que fue conectado de cabeza por Higuaín, pero el arquero Carlos Kletnicki logró sacar de forma espectacular al córner.
River había logrado encontrar los espacios para romper el esquema defensivo platense y, si bien llegaba con peligro al área de Gimnasia, no tenía precisión para definir. Así fue que el equipo de Troglio emparejó un poco el juego, a tener un poco más la pelota y a acercarse con peligro al arco defendido por Carrizzo.
De esta manera, el elenco platense tuvo tres posibilidades de convertir. Primero Carrizzo le tapó un mano a mano a Nicolás Cabrera, luego Cornejo envió un remate desde afuera que rebotó en Paulo Ferrari y se fue al córner. Más tarde, otra vez Cabrera le ganó a la defensa de River, ingresó al área por la derecha y remató cruzado, pero su envío rebotó en el palo derecho del arquero millonario.
Gimnasia había emparejado las cosas en el juego y la gente de River comenzó a impacientarse. Por eso, sobre los 32 minutos empezó a corear el nombre de su ídolo que se encontraba sentado en el banco de relevos, Ariel Ortega, aunque los gritos no hicieron eco en Passarella y el Burrito continúo al lado del entrenador.
A esta altura del encuentro, River parecía haber perdido la brújula y encima el Pipita parecía estar pensando más en la negativa de los millonarios de venderlo al Real Madrid que en jugar a favor de su equipo. Con Higuaín impreciso y desconcentrado, poco fue lo que pudo producir el conjunto de Passarella. La última jugada del primer tiempo fue para River. Luego de una serie de rebotes en el área, Germán Basualdo salvó a Gimnasia sacando en la línea un envío de Farías.
La primera parte culminó con la tranquilidad platense de haberse ido al descanso sin una derrota parcial y con la decepción de River de no haber podido vulnerar a un equipo que, en las últimas fechas, solo había sufrido derrotas.
En el segundo tiempo, River salió con otra actitud y decisión y en la primera jugada clara que tuvo, comenzó a hilvanar una victoria tan ansiada como necesaria para no perder las ilusiones y seguir luchando para lograr el campeonato.
Con Gallardo más adelantado e Higuaín un poco más enchufado, el elenco millonario se fue con todo hacia el área de Kletnicki y así fue que en una jugada en la cual participaron los más habilidosos millonarios, el balón le quedó al Muñeco, quien remató desde fuera del área, su envío dio en la cabeza de Gustavo Semino y se metió en el palo izquierdo del arquero platense.
River respiraba, pero no quería descontrolarse y estaba decidido a aumentar la ventaja. Por eso, tres minutos más tarde otra jugada realizada entre Gallardo y Farías, desencadenó en un remate fortísimo y rasante de Higuaín que ingresó en el mismo palo que el primer tanto.
La tranquilidad del millonario había aumentado y empezó a tener el control del partido. Encima Gimnasia le facilitó las cosas ya que se quedó con un hombre menos. Semino –quien ya estaba amonestado-cometió una fuerte infracción, el árbitro Saúl Laverni no dudó y lo expulsó.
Síntesis del partido:
RIVER: Juan Pablo Carrizo; Eduardo Tuzzio, Cristian Nasuti, Federico Lussenhoff; Paulo Ferrari, Jesús Méndez, Oscar Ahumada, Víctor Zapata; Marcelo Gallardo; Gonzalo Higuaín y Ernesto Farías. DT: Daniel Passarella.
GIMNASIA (LP): Carlos Kletnicki; Germán Basualdo, Jorge San Esteban, Lucas Landa, Héctor Romero; Nicolás Cabrera, Gustavo Semino, Reinaldo Alderete, Sebastián Dubarbier; Roberto Cornejo; Santiago Silva. DT: Pedro Troglio.
GOLES EN EL SEGUNDO TIEMPO: a los 8 minutos Marcelo Gallardo (RP) y a los 11m Gonzalo Higuaín (RP).
CAMBIOS EN EL SEGUNDO TIEMPO: al incio Rubens Sambueza por Jesús Méndez (RP); a los 21m Juan Cuevas por Roberto Cornejo (GLP); a los 30m Ariel Ortiga por Gonzalo Higuaín (RP); a los 34m Diego Herner por Jorge San Esteban (GLP) y Radamel Falcao García por Ernesto Farías (RP).
