El de hoy no fue un día cualquiera para Rafael Nadal. Además de alcanzar la final de Roland Garros y recuperar su buen nivel, el español tuvo una admiradora de lujo en la tribuna. Es que la actriz mexicana Salma Hayek, que fue a ver las semifinales del Grand Slam con su marido, el multimillonario francés Henri Pinault, no paró de alentar al tenista.